Tras varios días de murmuraciones y presión por el cese de las hostilidades, el Gobierno israelí y Hamás han anunciado paralelamente un alto el fuego unilateral que pone fin -por el momento- a once días de operación militar contra la Franja de Gaza, según reporta la prensa local israelí y ha confirmado un mando de Hamás a la agencia Reuters. El alto el fuego entrará en vigor la madrugada del viernes, a las 2:00 hora local.
El anuncio se produce cuando todavía se intercambia fuego de artillería y cohetes entre el Ejército israelí y las milicias islámicas de Hamás en Gaza. Según las últimas cifras ofrecidas por el Ministerio de Sanidad gazatí, al menos 232 personas, entre ellas 65 menores, han fallecido en la ofensiva israelí contra la Franja. Las víctimas mortales en Israel alcanzan las 12 personas, entre ellas dos menores, la mayoría víctima de cohetes lanzados desde la Franja.
La tarde del jueves, el Gabinete de Seguridad israelí aprobó el alto el fuego, bajo la premisa de «calma a cambio de calma», en referencia a un mutuo cese de los bombardeos. Con este alto el fuego, Israel y Hamás abren un paréntesis a la operación ‘Guardianes de los Muros’ tras una fuerte presión internacional por el cese de las hostilidades. El miércoles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insistió por teléfono a Netanyahu en una desescalada de la violencia, una petición que fue desestimada entonces por el primer ministro israelí en funciones. Varios líderes de Hamás se han pronunciado en varias ocasiones durante los últimos dos días, señalando su disposición a sellar una tregua y afirmando que dejarán de lanzar cohetes si Israel detiene sus bombardeos.
Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás se han desarrollado con la mediación de Egipto, cuyo presidente, Abdelfatah Al Sisi, ha mantenido este jueves una conversación con Biden sobre el «alentador» cese de las hostilidades. El Cairo mandará sendas delegaciones, a Gaza y Tel Aviv, para asegurar la implementación del alto el fuego y discutir los próximos pasos que podrían llevar a un acuerdo de tregua entre Israel y Hamás que ponga fin a la cuarta guerra que libran ambas partes.
La Franja, devastada
Desde que estalló la escalada bélica el pasado 10 de mayo, Hamás ha disparado más de 4.000 cohetes contra ciudades israelíes, la mayoría interceptados por la batería antimisiles ‘Cúpula de Hierro’ israelí.
Por su parte, el Ejército israelí ha bombardeado por tierra mar y aire la Franja de Gaza, descargado varias toneladas de misiles contra sedes, infraestructuras de lanzamiento de cohetes y túneles de Hamás. Pero también ha afianzado su campaña de asesinatos selectivos mediante misiles dirigidos y drones contra líderes de la organización islamista. Según el Ejército israelí, habrían logrado acabar con al menos 130 milicianos de Hamás y otros grupos como Yihad Islámica.
Sin embargo, en los bombardeos sobre Gaza han caído también decenas de edificios residenciales, oficinas e incluso hospitales u otras infraestructuras civiles. Según la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, más de 50.000 personas han perdido sus casas. Según el Ministerio de Información gazatí, los bombardeos israelíes -1.615, según esa misma entidad, un número muy superior al ofrecido por las IDF- han destruido casi 1.200 casas. Un total de 156 torres o edificios residenciales habrían sido también completamente destruidos, entre ellos la sede de las oficinas de la cadena Al Jazeera y la agencia de noticias AP.
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