MADRID
La húngara Magyar Vagon ha decidido seguir adelante con su plan para hacerse con Talgo ignorando las advertencias del ministro Óscar Puente quien ayer, en plena crisis ministerial por los casos de corrupción en varias de las empresas públicas bajo su competencia, aseguró que el Gobierno hará «todo lo posible» por evitar que el fabricante de trenes cambie de manos.
La amenaza de Puente no ha surtido efecto ya que esta tarde Magyar Vagon, a través de su filial Ganz Mavag Europe, ha presentado a la CNMV su intención de comprar el 100% de Talgo. En su carta al regulador financiero, Magyar Vagon ofrece explicaciones sobre el entramado empresarial al que representa. Ganz Mavag Europe está integrado en un 55% por Ganz Mavag Holding, propiedad de Magyar Vagon y al 45% por Corvinus, propiedad al 100% del Estado húngaro y gestionada por el Ministerio de Economía del Gobierno dirigido por Viktor Orban.
Por su parte, el Consejo de Administración de Talgo ha tomado nota de la declaración formal de interés por parte del holding húngaro y ha asegurado que esperará a conocer el folleto de la OPA para analizarlo en detalle, principalmente, en base a «la preservación del empleo y la capacidad industrial en España del fabricante; mantener la sede y la dirección de Talgo en España; Conservar la titularidad de Patentes Talgo, SLU sobre los derechos de propiedad intelectual y patentes y conseguir la mejor opción para todos los accionistas y otros grupos de interés».
Más allá de las declaraciones de Puente, el Gobierno ha explicado hoy que analizará todos los detalles de la eventual operación sobre Talgo tan pronto como la empresa Magyar Vagon presente formalmente la oferta de adquisición antes de un mes. El Ministerio de Economía procederá al estudio toda vez que tiene asumidas estas competencias, anteriormente bajo el paraguas de Industria. «Se trata de una empresa que opera en un sector estratégico que tiene un papel fundamental en la movilidad ferroviaria, y siempre vamos a defender los proyectos industriales estratégicos y los puestos de trabajo».
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, se encuentra en Latinoamérica en visita de Estado junto al presidente Pedro Sánchez. En su departamento recuerdan que el marco legal para autorizar inversiones extranjeras en sectores estratégicos como el ferroviario o el de telecomunicaciones se reforzó el año pasado. De esta manera , cuando se presente la operación se realizará un «análisis y control de inversiones, garantizando que las operaciones no afectan a los intereses de España en materia de salud, seguridad y orden público, y que busca guardar el equilibrio para seguir siendo atractivos como destino inversor».
«El Gobierno trabaja a su vez para garantizar la estabilidad futura de Talgo. Y eso supone estar vigilante ante esta operación y ante los posibles inversores», ha explicado el Ministerio de Economía.
630 MILLONES
El grupo húngaro Ganz-Mavag (Magyar Vagon) ya estaba esta mañana ultimando los trámites necesarios para poder presentar la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por el 100% de Talgo por unos 630 millones de euros esta misma tarde a cierre del mercado
Según han confirmado a Europa Press en fuentes del sector, los húngaros ya consiguieron ayer cerrar un preacuerdo con la banca para lograr así esquivar el principal obstáculo que la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) le puso a su primera intención de presentar esta operación a principios de febrero.
En concreto, encontró un problema regulatorio a la misma: que los bancos pueden cancelar sus préstamos con Talgo si cambia el propietario de la compañía. En las cuentas de la compañía figuran 23 entidades con unos créditos de 329 millones de euros.
Sin embargo, Ganz-Mavag, liderada por los empresarios György Bacsa y András Tombor, ha convencido a la banca para seguir apostando por el proyecto de Talgo, incluso si esta cambia de manos, lo que supondrá un precedente de cara a la decisión del Gobierno de vetar o no esta operación.
Una vez conseguido este preacuerdo, la normativa exige que el potencial comprador remita una carta de intenciones al consejo de administración de la compañía, en este caso de Talgo, exponiendo sus motivos para adquirir su capital, que se tendrá que reunir para debatir sobre la misma.
No obstante, desde que trascendiera el pasado mes de noviembre el interés de los húngaros, el consejo no se ha mostrado en ningún momento contrario a la operación. De hecho, sería una oportunidad para que su principal accionista, el fondo Trilantic –que controla el 40% del capital y que entró como inversor en Talgo en 2006– pueda salir y rentabilizar su inversión.
Por todo ello, si todos los trámites se aceleran este jueves, la OPA podría estar presentada esta misma tarde. Si algún trámite se retrasa, igualmente se presentará la operación a la CNMV en los días siguientes.
FRENO DEL GOBIERNO
El siguiente escollo para Magyar Vagon será obtener el visto bueno del Gobierno español, que ya ha adelantando que intentará frenar la operación, al ser Talgo una empresa estratégica para el país, sobre todo ahora que la movilidad sostenible se presenta como principal revulsivo para la economía.
La intención de los húngaros es aprovechar la tecnología de Talgo en la alta velocidad para aumentar su capacidad, ahora bastante limitada frente a otros gigantes europeos como Alstom. De hecho, la compañía acumula casi dos años de retraso para la entrega a Renfe de los trenes Avril y por la cual podría tener que asumir una indemnización de 116 millones de euros.
En cualquier caso, el escudo anti-OPAS del que dispone el Gobierno español podría vetar la operación, incluso aunque el comprador sea europeo, si bien tendrá que argumentar muy bien su decisión para evitar futuros litigios. De momento, el Ejecutivo ha apuntado que podría haber inversores rusos detrás y también pesa el hecho de que Ganz-Mavag esté participado al 45% por el polémico Gobierno de Viktor Orbán.
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