Edward Weston fue un fotógrafo estadounidense que se caracterizó por utilizar una cámara fotográfica de placas con un formato de 18 X 24 cm. Sus primeros planos eran usualmente naturales pero su enfoque siempre era en obtener formas poco corrientes como resultados finales.
Su fotografía inolvidable
El Pimiento Nº 30 de Edward Weston es una de esas imágenes que se quedan grabadas en la memoria de forma indeleble.
Weston buscaba que todo el pimiento tuviese detalle y por lo tanto la técnica que empleó para capturar la foto lo obligó a construir un dispositivo con una apertura de f/240.
El tiempo ya era lo de menos, solo había que dejar la cámara el tiempo suficiente para que la luz fuese quemando el negativo, y así estuvo entre cuatro y seis horas con el obturador abierto, esperando.
Sépalo
Weston creía que había logrado una fotografía directa, desprovista de cualquier carga emocional.
“No tiene atributos psicológicos, no despierta ninguna emoción humana: este nuevo pimiento lleva a uno más allá del mundo que conocemos en la mente consciente”, declaró.
OTROS PIMIENTOS
En agosto de 1930, Edward realizó una nueva serie de pimientos. Edward buscaba encontrar con su cámara
“La sustancia, la quintaesencia, de la cosa misma, ya sea acero pulido o carne palpitante».
Esta nueva serie era diferente a la que había realizado un año antes: ahora casi llenaba el cuadro y había logrado afinar el manejo de la luz para capturar una gama tonal mucho más rica.
Una fotografía moderna
Weston era un artista que, como el resto de sus compañeros de generación, buscaba despojar a la fotografía de aquella carga pictorialista del siglo XIX.
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