La Cámara de Diputados de Argentina aprobó con 131 votos a favor, 117 en contra y 6 abstenciones la legalización del aborto hasta la semana 14 y a partir de los 16 años sin ninguna otra causal más que el deseo de las mujeres y personas gestantes, en una sesión que duró 20 horas y en la que expusieron 170 legisladores.
A las 07:23 de la mañana, en cuanto se votó un proyecto que fue enviado por el presidente Alberto Fernández, y que sufrió algunas modificaciones durante su tratamiento en comisiones, estallaron los festejos de miles de mujeres de todas las edades que realizaron una paciente vigilia afuera del Congreso.
Los abrazos, las felicitaciones, las sonrisas mezcladas con lágrimas por años de lucha quedaron marcadas de inmediato por la incertidumbre, ya que la ley ahora pasa para su análisis al Senado, en donde podría ser finalmente rechazada, como ocurrió en 2018.
Después de casi un día completo de debate, los discursos a favor y en contra fueron repetitivos.
Las y los diputados que apoyaron el proyecto insistieron en que se trata de un problema de salud pública y uno de los principales motivos de la muerte materna; que no se está a favor del aborto sino en contra de la clandestinidad; que afecta en su mayoría a las mujeres pobres que no pueden pagar abortos seguros y que son criminalizadas; que es una deuda de la democracia que el país recuperó en 1983; que representa una ampliación de derechos para las mujeres y las personas gestantes; que la discusión no es sobre la vida, porque nadie está a favor de la muerte; y que las convicciones religiosas pertenecen a la esfera privada y, por lo tanto, no deben influir en políticas públicas.
En varias exposiciones hubo un reconocimiento especial a la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito que hace décadas comenzó a impulsar este derecho, muchas veces en soledad, y que ahora encabeza al movimiento de mujeres que enarbola un pañuelo verde que simboliza el apoyo a la legalización.
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