El debate de la 76º Asamblea General de Naciones Unidas ha concluido este lunes sin la intervención de Afganistán.
Un discurso del representante de Timor Oriental ha cerrado los seis días de intervenciones en la sede de la ONU en Nueva York sin el discurso del país asiático, el cuál se canceló después de que el representante de la nación pidiera ser eliminado de la lista de oradores.
Ya se había producido desacuerdo sobre quién debía hablar en nombre del país, en concreto porque el embajador del país había sido nombrado por el anterior gobiernos de esa nación.
En el caso de Afganistán, el anterior embajador afgano ante la ONU, Ghulam Isaczai, fue nombrado antes de que los talibanes tomaran el poder en el país el pasado 15 de agosto, y, según indicó un portavoz de la organización, hasta el viernes este seguía registrado como representante oficial.
Sin embargo, durante el fin de semana la misión de la ONU en Kabul pidió que se le retirara de la lista de oradores, según ha informado Naciones Unidas este lunes. Previamente, los talibanes habían solicitado la oportunidad de hablar en nombre del propio país en la Asamblea General, así como de nombrar a su propio embajador.
Así, fuentes de la ONU consultadas por Europa Press confirmaron que Isaczai “retiró” su participación, que se tenía que haber llevado a cabo en la tarde.
La decisión sobre la representación del país recae ahora en el Comité de Credenciales de la ONU, aunque como el organismo aún no se ha reunido, el actual embajador de Afganistán conserva su puesto por el momento.
Por otro lado, en el caso de Myanmar, el enviado, Kyaw Moe Tun, también asumió su función antes del golpe militar de febrero, que supuso la ‘líder de facto’, Aung Sang Suu Kyi.
Después de que condenara públicamente a los militares, el gobierno intentó sustituirlo, pero hasta ahora no lo ha conseguido, recoge la agencia DPA/Con información de Europa Press y EFE.
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