La jefa de la Unidad de Vigilancia, de la Secretaría de Salud, Karla Pavón, aclaró que haberse vacunado no implica abandonar la mascarilla, porque ambas deben ir de la mano para combatir el COVID-19.
El gobierno anunció ayer que entre el sábado 31 de julio y domingo 1 de agosto próximos se desarrollará en distintos puntos fijos y vehiculares la jornada denominada Vacunatón para inmunizar a unas 50 mil personas del Distrito Central (DC) donde se encuentra el epicentro de la pandemia a nivel nacional.
Las personas a vacunar serán desde 35 años en adelante con o sin enfermedades de base, para ese propósito, la Secretaría de Salud y otros organismos de socorro y seguridad pondrán a disposición todo el personal para realizar esa jornada masiva de vacunación a fin de reducir la alta incidencia del COVID-19 en el DC, en las cabeceras municipales de Francisco Morazán (FM) y en las cabeceras departamentales del país
Honduras lleva vacunados contra el coronavirus 1.7 millones de personas; con la primera dosis 1.5 millones y segunda dosis 194 mil personas.
Idea
La funcionaria dijo que la “idea de la jornada de Vacunatón no es reciente, sino que nació luego que el DC le quitó el primer lugar a Cortés en el número de contagios del COVID-19”.
“El proceso fue lento, pero poco a poco los casos aumentaron en el DC hasta convertirlo en el epicentro de la pandemia, lo que obligó a las autoridades a programar la Vacunatón”, señaló.
“También hay otros departamentos por su cercanía con Francisco Morazán, que aumentaron los casos como Choluteca, Intibucá, La Paz y Valle”, agregó.
“Por lo tanto, hemos visto el alza en la pandemia y no en el número de casos solamente, estamos viendo que también los hospitales se encuentran en su máxima ocupación y aunque aumenten las camas la situación no cambia”, señaló.
“Si observamos que la vacuna disminuye el número de casos y la asistencia hospitalaria, entonces hay que dirigir una campaña a esos lugares donde se registra el mayor número de contagios”, sugirió.
“Eso hará que los hospitales respiren un poco más tranquilos y puedan dar respuesta a la alta demanda que se ha presentado en el país ultimamente”, señaló.
“Pero, ante todo, debemos insistirle a la población que vacunarse aun con las dos dosis, no implica quitarse la mascarilla ni abandonar las otras medidas de bioseguridad”, sugirió.
“Vacunarse es un compromiso para que nosotros podamos disminuir la posibilidad de morir o al menos de quedar postrado en una cama con las consecuencias traumáticas que ello implica”, expresó la experta.
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