Italia reintrodujo la obligación de presentar una prueba negativa del coronavirus a todos los viajeros llegados de países de la Unión Europea (UE), según una ordenanza firmada este martes por el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
La norma permanecerá en vigor desde el 16 de diciembre hasta el 31 de enero con el objetivo de proteger la Navidad y en un momento en el que la pandemia está al alza, con alrededor de 20.000 nuevos contagios cada día.
Los no vacunados, además del test, deberán cumplir una cuarentena de cinco días, según el documento.
Hasta la fecha para entrar en Italia desde la UE solo exigían el certificado sanitario, que demuestra que se está vacunado, se ha pasado la enfermedad o se tiene un test negativo, pero ahora este último requisito será obligatorio para todos los viajeros.
La prueba de la covid-19 era obligatoria para llegar a Italia desde la mayoría de países extracomunitarois, como Estados Unidos, Arabia Saudí, Japón, Reino Unido, Chile, Uruguay, Israel o Corea del Sur, mientras que sigue prohibida la entrada a quienes hayan estado en los últimos catorce días en ocho estados africanos.
Estos son Sudáfrica, Lesoto, Botswana, Zimbawe, Malawi, Mozambique, Namibia y Suazilandia.
Italia trata así de contener los contagios y las nuevas cepas, que se han disparado en las últimas semanas.
Según datos del Ministerio de Sanidad, desde ayer se han confirmado 20.677 nuevos contagios, lo que eleva a 5.258.886 las personas infectadas desde el origen de la pandemia, en febrero de 2020.
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