La Instalación de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), en las costas de Honduras, trae consigo un sinnúmero de efectos adversos, uno de ellos es que desplazará a los pescadores artesanales de sus comunidades y propiciará la pesca ilegal de grandes pesqueros de otros países, como China.
La ley que da vida a las ZEDE, en el artículo tres establece que las mismas tendrán autonomía funcional y administrativa, esto, supone que actividades ilícitas como la pesca ilegal, pueden darse aún con más libertad en los espacios donde estén instaladas estas ciudades.
Esto quiere decir, que la economía de los pescadores artesanales y el medio ambiente entraría a una crisis sin precedentes, debido a que la misma ley de las ZEDE da paso a la expropiación de tierras y con ello, las personas que viven en estas localidades y se dedican a la pesca, serán desplazadas de forma forzosa.
Este desplazamiento de los pescadores artesanales, dará paso para que los barcos pesqueros de otros países entren a territorio jurisdicción de las ZEDE a llevarse el producto del mar de forma indiscriminada.
Anteriormente la pesca ilegal promovía la trata de personas y niños, con las ZEDE este flagelo podría acrecentar en grandes dimensiones, ya que, con más libertad, podrían tomar como rehenes a hondureños y a extranjeros para someterlos y obligarlos a ejercer la pesca ilegal.
Esto se basa en que la ley que rige las ZEDE, establece que estas Zonas crearán sus propias normativas y tendrá sus propios tribunales autónomos e independientes; lo que se traduce en que podrán permitir prácticas que contribuyan al detrimento de los derechos humanos.
Para la Asociación de Hondureños contra la pesca ilegal, esto, debe encender las alarmas en los diferentes sectores de la sociedad, pues las ZEDE son una potencial amenaza para todos los hondureños y en especial, para la población en condiciones de vulnerabilidad como los pescadores artesanales y todos aquellos que viven en las costas hondureñas.
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