Como consecuencia de la crisis climática actual, muchas empresas grandes están evaluando el impacto ambiental de sus prácticas empresariales. Cuando uno piensa en cualquier tipo de muebles de madera, probablemente piensa en la destrucción de los bosques y no en su conservación. Aunque la multinacional IKEA busca cambiar esa idea en la población.
El grupo inversor que está detrás de la multinacional sueca “IKEA” trabaja activamente en favor a la protección del medio ambiente y la sostenibilidad. Su último paso en esa dirección es la reciente compra de 4,380 hectáreas de bosque cerca de la cuenca del río Altamaha, en el sureste de Georgia, Estados Unidos.
Se dice que la organización compra terrenos boscosos y exige que se mantengan intactos, que se restauren y preserven las especies autóctonas. Luego revende los bosques a empresas que se comprometen a cumplir una serie de estándares de preservación y cuidado de la naturaleza.
En el comunicado que emitieron, el Grupo “Ingka” (la compañía que controla 367 de las 422 tiendas IKEA) se comprometió legalmente a restaurar el bosque de pinos y a proteger la tortuga topo, la única especie de tortuga terrestre nativa del sureste de Estados Unidos, según el Departamento de Agricultura.
Además, de los esfuerzos de conservación, el grupo Ingka pretende reducir aún más las emisiones totales de gases de efecto invernadero que emite IKEA actualmente para el año 2030.
“Creemos que la gestión forestal responsable es posible y consideramos que gran parte de nuestra responsabilidad con la tierra que poseemos y por extensión con el planeta, es restaurar los bosques y plantar más de lo que cosechamos. En todas nuestras propiedades, la conservación de la naturaleza es importante. En esta inversión concreta en Georgia, lo importante es que el terreno no pueda dividirse en pequeñas unidades y que permanezca para siempre como terreno forestal”, manifestó que Krister Mattsson, director general de Ingka Group.
(Foto: My Modern Met)
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