TEGUCIGALPA, HONDURAS
La Iglesia Católica de Honduras reprochó hoy los ruidos, el activismo y las prisas características de este mundo que no permiten encontrar a Dios en el silencio de la oración.
Todo empieza y todo termina en el silencio y la calma de la oración, expresó el arzobispo de Tegucigalpa José Vicente Nácher en la homilía dominical.
Acaso ¿tenemos miedo al silencio, a esa “nada” en la que encontramos “todo”?, reflexionó el religioso.
Quien -como Jesús- no se deja llevar por los criterios de este mundo, nos sorprende tanto que “nos parece un fantasma”, razonó.
En ese orden, lamentó que desgraciadamente, muchos siguen considerando a Jesús como un fantasma, solo humo de superstición, pero no presencia real. Muchos siguen viendo a Jesús como una mera idea volátil o alguien a quién acudir para que me “eche una mano”, pero no como lo que es, una persona concreta y cercana.
Los golpes que recibe nuestra barca no son contra nosotros, sino contra el proyecto de Dios para el mundo, añadió el arzobispo de Tegucigalpa.
“No tengan miedo” de surcar los mares de la historia, nos sigue diciendo hoy Jesús, exclamó.
Un mensaje tan desafiante solo puede ser escuchado en el silencio orante. Porque todo inicia en la oración, todo es llevado a la oración, concluyó.
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