Tegucigalpa, 2 de febrero. El economista Hugo Noé Pino es del criterio que debe de darse un balance entre la salud y la economía para no caer en una crisis social.
El COVID-19 ha seguido contagiando a miles de hondureños en las últimas semanas y el número de muertos por esta enfermedad ha incrementado.
La empresa privada considera que un cierre total de la economía no es viable porque ya se han perdido muchas empresas y empleos desde marzo del 2020.
“Por una parte está la necesidad de que los diferentes tipos de empresarios, desde el micro, la pequeña y mediana empresa, el gran empresario pueda desarrollar la actividad económica normal, pero también hay niveles de contagio muy rápido del COVID-19”, dijo.
“Las medidas que se han tomado hasta el momento son buenas, pero la pandemia ha producido y puede seguir produciendo que muchas empresas tengan problemas y algunas hasta salir del mercado”, expresó.
Ante la ola de contagios del virus, el Colegio Médico de Honduras (CMH) pidió al Gobierno que durante tres semanas se decrete un confinamiento total para frenar la propagación de la enfermedad.
Pino es del criterio que “se debe dar un balance entre la parte económica y las vidas humanas, esto debe hacerse de una forma muy equilibrada”.
Es cierto que entre más personas están en las calles, mayor es el riesgo de contagio, pero al confinar a la población, el golpe sería para la economía nacional y de cada familia.
La única manera de que se mantenga este balance es que la población cumpla estrictamente con las medidas de bioseguridad, el uso de mascarilla, el lavado frecuente de manos y cumplir con el distanciamiento entre personas.
COMENTARIOS