ESPAÑA
España cambia al horario de verano este domingo 31 de marzo. En este día, los relojes en España se adelantarán una hora, una tradición histórica que data de la Segunda Guerra Mundial cuando los países hacían un esfuerzo por conservar energía.
Según el Boletín Oficial del Estado de España (BOE), en la madrugada del 31 de marzo de 2024, a las 02:00 a.m., los relojes se adelantarán una hora y serán las 03:00 a.m.. En Islas Canarias el horario se cambiará a la 01:00 a.m., hora local, según el BOE. Este día los españoles tendrán un día más corto, de solo 23 horas.
Este horario estará vigente en 2024 hasta el domingo 27 de octubre, cuando los relojes en España se retrasarán de nuevo una hora para iniciar el horario de invierno. Ese día los relojes cambiarán de hora a las 03:00 a.m. (02:00 a.m. en Canarias), retrasando la hora oficial de España en sesenta minutos. Ese día será un poco más largo, con una duración oficial de 25 horas, como lo establece el calendario de la hora de verano oficial.
En 2025, las fechas de cambio serán el domingo 30 de marzo y el domingo 26 de octubre. Un año después, en 2026, las modificaciones se harán el domingo 29 de marzo y el domingo 25 de octubre, según el Real Decreto 236 de 2002 que estableció oficialmente los cambios de horario para el periodo 2022-2026.
La historia de los cambios de horario
Durante la Primera Guerra Mundial, países como Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos introdujeron el horario de verano en un esfuerzo por conservar energía. Un siglo después, casi una cuarta parte de la población mundial adelanta sus relojes durante parte del año y los atrasa cuando se acerca la temporada de menos luz y más frío.
Esto funciona, pero un poco. Según un estudio metaanalítico internacional de 2017, hay un ahorro de electricidad promedio de 0,34% durante el horario de verano.
Los cambios de horario, no obstante, suelen estar en el centro del debate por los costos que pueden ocasionar en términos humanos.
Los cambios interrumpen nuestros horarios de sueño y dañan nuestra salud, según los expertos de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño. Los impactos son muy variados e incluyen malas noticias para la salud cardiovascular, posibles accidentes cerebrovasculares y fibrilación auricular, errores médicos, problemas de salud mental y hasta accidentes de tráfico.
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