Autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) habilitaron un laboratorio en la cárcel de Támara, Francisco Morazán, con el objetivo de mejorar la atención de salud a los privados de libertad.
Digna Aguilar, vocera del INP, dijo que “en ese laboratorio se están realizando entre 20 y 40 procedimientos de hemogramas a los reos que están padeciendo algún tipo de malestar de distinta tipología”.
De igual manera, “son beneficiados internos de la tercera edad que padecen enfermedades crónicas que comprometen su sistema inmunológico”, afirmó.
“Eso demuestra que el INP está realizando diferentes esfuerzos en beneficio de la población penitenciaria”, señaló.
Dengue
Asimismo, refirió que se está trabajando en conjunto con la Secretaría de Salud a fin de practicarles pruebas rápidas a los internos a fin de detectarles enfermedades a tiempo y proveerles el tratamiento adecuado.
Un equipo de médicos detecta con esas pruebas casos de dengue, tuberculosis, VIH y el mismo COVID-19, según la vocera.
Lo que se busca es que ellos vayan a sufrir algún tipo de complicaciones de salud que lo conduzca a la hospitalización, de acuerdo a la portavoz.
“Entonces, es un equipo coordinado que se está haciendo, por lo que no se puede desmeritar todo ese trabajo encaminado a facilitar el acceso a la salud a la población del penal”, subrayó Aguilar.
“Es lamentable que se esté generando incertidumbre y alarma entre los familiares de los internos, diciendo que hay un rebrote de COVID-19 en el centro penitenciario de Támara, cuando no es cierto”, enfatizó.
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