La fiscalía de Berlín está investigando un contrato por el que el Ministerio de Sanidad de Alemania adquirió 100 millones de mascarillas FFP2 al inicio de la pandemia muy por encima del precio de mercado.
Según confirmó a Efe un portavoz de la fiscalía, ésta ha abierto diligencias contra dos “responsables de empresa” por la sospecha de que podrían haber ofrecido sobornos para hacerse con el contrato.
De acuerdo con medios alemanes, los investigados son dos intermediarios que recibieron de la empresa suiza Emix una comisión de 48 millones de euros por facilitar el acuerdo con el Ministerio de Sanidad alemán, encabezado entonces por el democristiano Jens Spahn.
Dichos intermediarios están vinculados al partido hermano de los democristianos en Baviera y existen sospechas de que podrían haber pagado a Spahn para cerrar el acuerdo.
Ya en 2020 salieron a la luz críticas tras la compra en abril de 100 millones de mascarillas a la empresa Emix, por un valor total de unos 50.000 millones de euros, según la cadena pública ARD.
Mientras que de media el Gobierno alemán pagó en 2020 un precio 2,31 euros por unidad, según datos del Tribunal Federal de Cuentas, en el caso de Emix cada mascarilla adquirida por el Ejecutivo central en Berlín costó de media 5,58 euros.
Además, en el momento en el que Spahn aprobó la compra, según una investigación publicada hoy por la ARD, no había ninguna urgencia que justificase aceptar su precio desmedido.
Cuando el titular de Sanidad dio luz verde al pedido, el Ministerio ya había recibido confirmación de le serían suministradas 1.050 millones de mascarillas de diversos proveedores, por un total de 4.700 millones de euros y cuyo plazo de entrega finalizaba tan sólo seis días más tarde, el 30 de abril de 2020.
En el acuerdo influyó una agencia de relaciones públicas dirigida por Andrea Tandler, hija del exsecretario general de los democristianos bávaros Gerold Tandler, que medió entre Emix y el Gobierno alemán.
Las conversaciones de Tandler y su pareja, intervenidas en el curso de una investigación sobre blanqueo de dinero, apuntan a la existencia de una tercera persona implicada en el reparto de la comisión de Emix, que según conjeturas de medios alemanes podría ser el propio Spahn.
No se trata del único caso por el que la adquisición de mascarillas por parte del exministro de Sanidad al inicio de la pandemia ha quedado en entredicho.
En 2021 fue acusado de conflicto de intereses después de que saliera a la luz que el año anterior el Ministerio había comprado mascarillas a una empresa para la que trabajaba el marido de Spahn./EFE.
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