La farmacéutica Moderna aseguró este lunes que su vacuna contra el COVID-19, una de las primeras en obtener aprobación mundial, «neutraliza» las variantes británica y surafricana del virus SARS-CoV-2, según los resultados preliminares de pruebas clínicas.
La concentración de anticuerpos en el caso de la variante británica no se reduce, mientras que en el caso de la variante surafricana es seis veces menor, aunque por encima de los niveles necesarios para ofrecer protección.
No obstante, la farmacéutica con sede en Massachusetts está desarrollando una variante de su vacuna sólo para la cepa surafricana.
Moderna detalló que este estudio de la efectividad de su vacuna ha sido desarrollado en base en muestras de sangre de ocho personas que han recibido dos dosis de su vacuna y dos monos que han sido inmunizados.
El estudio se ha realizado en colaboración con el centro de investigación de vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (Niaid), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) estadounidenses.
La farmacéutica realizará análisis sobre la respuesta a nuevas inyecciones, además de las dos que inicialmente han demostrado una eficacia del 94,1 % contra el coronavirus. Asimismo, iniciará pruebas clínicas de una variantes de su vacuna de ARN mensajero indicada específicamente para la variante surafricana.
La variante británica, detectada en por primera vez septiembre de 2020, se contagia con más facilidad y las pruebas indican que es más mortífera, según manifestó el pasado viernes el primer ministros británico, Boris Johnson.
La variante detectada en Sudáfrica también se extiende más rápido y está asociada a una mayor virulencia.
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