La exministra de Salud, Elsa Palou, sostuvo que la vacunación y la mascarilla son salvavidas fundamentales contra el COVID-19 y sus complicaciones.
Honduras ha destinado más de 1,900 millones de lempiras adicionales a la compra de vacunas y ha recibido hasta el momento más de 6.2 millones de dosis. Se han inmunizado más de 4.4 millones de personas, de los cuales 2.8 millones son de una dosis y 1.6 millones con dos dosis.
La experta dijo que “en cuanto a la inmunización hay que mirar el caso de los galenos. En la actualidad, se registran unos 94 médicos fallecidos por el coronavirus, pero después de las campañas de vacunación los muertos se redujeron a cuatro solamente”.
“Mientras tanto, el resto de los médicos, unos 90, murió antes de la vacunación. Entonces, hay que ver la gran diferencia en números, lo que es evidente es que en el personal de salud la vacuna ha sido efectiva para evitar las complicaciones de la enfermedad y la muerte”. subrayó.
“Tras los cinco mil millones de vacunas aplicadas en el mundo no se ha podido ver todo lo que vaticinaban algunos expertos, como que las personas se iban a convertir en monos o iban a morir a causa de las dosis”, sostuvo.
“Lo que podemos afirmar hasta ahora es que han sido más los beneficios que han recibido las personas vacunadas que los riesgos que han enfrentado”, enfatizó.
Medidas
Por otra parte, destacó que “las medidas de bioseguridad, es uno de los pocos elementos en que casi todos los que trabajamos en salud estamos de acuerdo y dentro de ese protocolo la mascarilla es básica”
“Lo que hemos comprobado aquí es que para vacunados o no vacunados en ambientes cerrados o abiertos, el uso de la mascarilla es fundamental toda vez que sea bien utilizada tapando nariz y boca”, agregó.
“Además, el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social también son medidas importantes que no deben ser olvidar por la ciudadanía y ahora más que aun cuando la pandemia se encuentra en uno de los picos más altos”, sugirió.
“Creo que esos salvavidas tienen que considerarse como unos de los más importantes. Jamás debe haber una falsa sensación de seguridad en el sentido que por el hecho de estar vacunados no tenemos que usar mascarilla”, expresó.
Insistió que “en un país con transmisión comunitaria como la que tiene Honduras, nadie debe renunciar a las medidas de bioseguridad estemos vacunados o no, porque el hacerlo es suicida”.
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