Pese a las medidas de distanciamiento social adoptadas puntualmente por algunos gobiernos regionales, los secretarios de Salud de los 27 estados de Brasil exigieron este lunes, mediante un comunicado, que el Gobierno imponga un toque de queda nocturno y nacional en todo el país para evitar el colapso de la red hospitalaria en las principales ciudades.
“Brasil atraviesa, perplejo, por el peor momento de la crisis provocada por la covid-19, con índices muy elevados en todas las regiones”, alertó el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), que reúne a los responsables sanitarios de los 27 estados.
“La ausencia de una conducción nacional unificada y coherente dificultó la adopción de medidas” para restringir la movilidad de personas, agregan los secretarios, en una clara alusión al presidente del país, Jair Bolsonaro, líder una negacionista ultraderecha brasileña y que insiste en minimizar la gravedad de la pandemia.
En su documento, la Conass recomendó la inmediata “prohibición de eventos presenciales como espectáculos, congresos, actividades religiosas, deportivas o similares en todo el territorio nacional”.
También pidió “la suspensión de las actividades presenciales en todos los niveles de la educación del país”, el “cierre de playas y bares” y la implantación de “un toque de queda nacional entre las 20.00 horas y las seis de la mañana, y durante los fines de semana”.
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