El ex canciller Carlos López Contreras, sostuvo que con el Tratado Marítimo suscrito entre Honduras y Nicaragua «se abre una nueva página» en las relaciones entre ambos países.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández y de Nicaragua, Daniel Ortega firmaron ayer en Managua, el Tratado Integracionista del Bicentenario que tiene como objetivo trazar una ruta de paz y prosperidad para ambos pueblos en el Golfo de Fonseca y mediante el cual los dos países delimitan sus fronteras en el Mar Caribe y el Océano Pacífico.
Nicaragua reconoció que su frontera marítima en el Golfo de Fonseca es con la República de Honduras, ratificando de esta forma el fallo dictado en 1992 por la Cote Internacional de Justicia de La Haya.
En ese sentido, López Contreras sostuvo que “hasta hace varios años no se concebía la posibilidad que Nicaragua pudiera negociar con Honduras la proyección de espacios marítimos de Honduras hacia el océano Pacífico”.
“Hubo un momento en el 2004, o algo así, que Nicaragua y El Salvador dijeron que se encontraban recíprocamente entre sus aguas y que Honduras no existía en esos espacios”, recordó.
Voluntad
“Entonces, a la luz de esos precedentes, es evidente la buena voluntad del presidente Ortega y de su gobierno de negociar con Honduras pacientemente con unos cinco años de aproximaciones, económicas, militares y políticas, porque esto no se logró de la noche a la mañana”, aclaró.
“Los dos países colocaron en una mesa todos los valores que iban a obtener ambas naciones, porque están pensando no solo en ellos, sino que, en el Golfo de Fonseca, en el mundo y en El Salvador también”, expresó.
“Eso es así porque la paz y el desarrollo del Golfo favorece a los tres países, es decir a Honduras, Nicaragua y El Salvador”, sostuvo.
“Había una doctrina muy firme que la expusieron en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en el juicio con El Salvador en el sentido que con Honduras no tenían más que negociar”, señaló.
“Sin embargo, la negociación paciente, constante y de buena fe de ambos países condujo a este desenlace extraordinario, de fraternidad de ambos países y que está abierto a El Salvador para que también participe en este proyecto”, destacó el experto.
“Asimismo, Honduras y Nicaragua invitan al mundo a cooperar en este fenómeno extraordinario que existe en el Golfo de Fonseca, de una bahía histórica con la característica de tener tres estados ribereños, probablemente el único en el planeta”, enfatizó.
“Ambos gobiernos han dado el paso firme sin temor a las críticas, para ponerse al día con las obligaciones derivadas de las sentencias de la Corte Internacional de Justicia de la Haya”, reconoció.
“Ahora, sólo resta que el Tratado sea ratificado por los congresos nacionales de ambos países para que entre en vigencia”, concluyó.
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