“Recibí la vacuna del (instituto) Butantan, la CoronaVac, es exactamente la que quería recibir. En 14 o hasta 28 días voy a tomar la segunda dosis. Podría estar mucho más feliz si hubiese vacunas para todo el mundo”, dijo Lula, de 75 años, en un video publicado en sus redes sociales tras recibir la inyección en su automóvil en Sao Bernardo do Campo (periferia de Sao Paulo).
El exmandatario izquierdista se vacunó pocos días después de arremeter contra lo que considera las “decisiones imbéciles” del gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro en la gestión de la pandemia, que atraviesa su peor auge y deja más de 275.000 muertos en el país.
Bolsonaro, quien llegó a decir que no se iba a vacunar, desdeñó desde el inicio de la pandemia el uso de mascarillas, calificó al coronavirus de “gripecita”, promovió aglomeraciones y llegó a cuestionar la eficacia de las vacunas diciendo que podrían transformar a la gente en “un caimán”.
“Todo lo que quiere el pueblo es tomar la vacuna para verse libre de ese monstruo llamado coronavirus y por eso el presidente de la república debe parar de ser ignorante”, dijo Lula, al asegurar que los brasileños “deben recibir la vacuna y es obligación del gobierno garantizarlas”.
El exsindicalista y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) ya había criticado la gestión del gobierno durante una rueda de prensa el miércoles, en su retorno a la política dos días después de que un juez de la Suprema Corte anulara las condenas por corrupción en su contra, una decisión que le devolvió sus derechos políticos.
“Todos tenemos la obligación, la sociedad brasileña, de combatir a los negacionistas, de combatir a esas personas que no creen en la vacuna, que hablan bobadas (…) y debemos mostrar que solo hay una forma de librarse del coronavirus: tomando las vacunas” y “evitar aglomeraciones”, recalcó este sábado.
Tras su reaparición, Bolsonaro participó en un acto oficial usando una mascarilla y se ha dedicado a defender la “seriedad y la responsabilidad del gobierno”.
El Supremo Tribunal Federal (STF) deberá pronunciarse sobre la reciente anulación de las condenas del expresidente Lula, luego de que juez Edson Fachin que pronunció el fallo favorable al líder de la izquierda rechazara un recurso presentado por la Fiscalía General contra la anulación de las sentencias.
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