Todos hemos escuchado las historias de como el bosque es la casa de todas estás criaturas mágicas; hadas, espíritus de la naturaleza, duendes,etc.
Inspirado por estás historias y combinando su pasión por las aventuras y el reciclaje, el activista y artista de reciclaje Thomas Dambo, creo estos monumentales trolls gigantes, que se ocultan entre los bosques y otros lugares de todo el mundo.
Estas criaturas benévolas están hechas de madera reciclada, ramas y otros desechos. Sin embargo, a pesar de su composición material a menudo rígida, hay una suavidad en ellos. Tienen ojos amables y sonrisas dulces que atraen a los visitantes.
Con alturas de hasta 9 metros, el montaje de los trolls de Dambo requiere del trabajo de muchas personas. Él construye un armazón para la figura y un grupo de voluntarios locales se encarga de asegurar los cientos de piezas que componen un personaje.
La madera proviene de todas partes: paletas de transporte desechadas de una ferretería, restos de un depósito de madera cercano y escombros de árboles caídos. El artista se refiere a su trabajo como “reorganizar la basura de los demás”, convirtiendo lo que antes estaba destinado a un vertedero y transformándolo en un protector de la tierra.
Dambo dice que cada uno de los trolls se parece vagamente a una parte diferente de un árbol: las raíces, el tronco, las ramas, las hojas y las flores. Además los personajes de Dambo están influenciados por el lugar en el que se construyen.
Isak Heartstone, un troll que se encontraba en Breckenridge, Colorado, se inspiró en la historia minera del estado. Isak Heartstone se encontraba sentado en una ruta de senderismo apilando rocas, casi como un niño gigante que construye una torre con bloques; “intentando construir una nueva montañita porque le entristece que la otra montaña se ha roto”.
Dambo admite que las historias y los conceptos que se le ocurren pueden pasar desapercibidos para los visitantes. Aunque esto realmente no le moleste. Pues para él es más importante “atraer a la gente a la naturaleza”.
Él espera que mientras las personas se toman sus selfies, también miren a su alrededor y descubran las maravillas del mundo que los trolls están protegiendo. «¿Por qué la gente se preocuparía por proteger la naturaleza si no están conectados con ella y no se les recuerda que está ahí?»
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