El gerente de Política Económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Santiago Herrera, manifestó que en Semana Santa se esperan unos 500 millones de dólares de derrama económica.
Esta es una Semana Santa atípica, pues el feriado es en tiempos de pandemia por el COVID-19, lo que disminuirá drásticamente la circulación y movilización de personas.
El Sistema Nacional de Gestión de Riesgo (Sinager) autorizó que todos los destinos turísticos, así como hoteles y restaurantes operen con el 50 por ciento de su capacidad, además de prohibir la apertura de bares, discotecas y eventos públicos que aglutinen personas, a fin de evitar la propagación del virus.
“El sector turismo es fundamental, pero también la familia hondureña necesita distraerse, claro que tenemos preocupaciones por los riesgos que hay con la salida irregular de gente”, manifestó.
“Estamos confiados en el manejo de los protocolos de bioseguridad y que se hará lo necesario para que estos se cumplan”, expresó.
Mencionó que “la población debe de ser prudente a la hora de salir, que eviten las aglomeraciones, que mantengan el distanciamiento, que utilicen la mascarilla, que realicen el lavado de manos para que evitemos un exceso de contagios que nos comprometan más.
“Queremos que sea una apertura relativa, pero prudente para que tengamos buenos resultados del feriado de la Semana Santa”, indicó.
En ese sentido, Herrera dijo que “esperamos que el derrame económico que se reciba en esta Semana Santa alcance el 50 por ciento del promedio”.
“El promedio de Semana Santa en condiciones normales alcanza hasta 1,000 millones de dólares y la cantidad de empleos temporales que se generan es de 23,000 empleos en condiciones normales”, explicó.
“Ante las circunstancias que estamos viviendo, uno puede suponer que no va a haber una movilización al 100 por ciento, que tal vez al 50 por ciento y que eso puede significar unos 12,000 empleos y que puede significar una derrama de 500 millones de dólares”, detalló.
Herrera aseguró que este es un importante oxígeno para el sector turismo y toda la cadena, ya que desde hace casi un año han sufrido severos embates por la pandemia.
“El año pasado no hubo Semana Santa, no hubo Semana Morazánica, por lo que es un sector sumamente contraído que requiere un alivio”, concluyó.
COMENTARIOS