La Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos revocó su autorización de emergencia para los medicamentos contra la malaria que habían sido promocionados por Donald Trump para el tratamiento de COVID-19 en medio de la creciente evidencia de que no funcionan y podrían causar efectos secundarios mortales.
La agencia dijo el lunes que es poco probable que los medicamentos hidroxicloroquina y cloroquina sean eficaces para tratar el coronavirus. Citando informes de complicaciones cardíacas, la FDA dijo que los medicamentos representan un mayor riesgo para los pacientes que cualquier beneficio potencial.
Estos medicamentos, que tienen décadas de antigüedad y que también se recetan para el lupus y la artritis reumatoide, pueden causar problemas de ritmo cardíaco, presión arterial gravemente baja y daños musculares o nerviosos.
La medida significa que los envíos de los medicamentos obtenidos por el gobierno federal ya no se distribuirán a las autoridades sanitarias estatales y locales. Los medicamentos siguen estando disponibles para usos alternativos, por lo que los médicos de EEUU todavía podrían prescribirlos para COVID-19, una práctica conocida como prescripción fuera de etiqueta.
El jueves, un panel de expertos de los Institutos Nacionales de Salud revisó sus directrices para recomendar específicamente contra el uso de la droga excepto en estudios formales.
Trump había impulsado agresivamente el inicio de la droga en las primeras semanas del brote y sorprendió a los profesionales médicos cuando reveló que tomó la droga preventivamente contra la infección.
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