Tegucigalpa, 23 de septiembre. El jefe de la Región Metropolitana de la Salud de Francisco Morazán, Harry Bock, manifestó que en el marco de la reapertura económica, es responsabilidad de cada ciudadano cuidarse para no contraer el COVID-19.
Desde el lunes pasado se dio luz verde para la circulación con doble dígito, de acuerdo con la terminación del número de identidad.
El transporte urbano también ya reinició operaciones con todos los protocolos de bioseguridad, sin embargo, cada persona debe ser responsable de su salud.
“Ningún país del mundo estaba preparado para esta pandemia, ni potencias mundiales, no digamos Honduras que es un país tercermundista, donde somos luchadores y con muchas dificultades”, dijo.
“Hemos venido aprendiendo en la marcha, de tal sentido que hoy tenemos una leve transición de calma, no es que hemos controlado la pandemia, estamos en la fase de transmisión comunitaria al 100 por ciento”, manifestó.
Expresó que “hemos venido haciendo análisis epidemiológicos en la región de cuál es el impacto de la apertura de los mercados, las empresas, el transporte”.
Añadió que las decisiones de reapertura que se toman desde el Gobierno, son en base a los análisis e informes que brindan las regiones de salud a nivel nacional.
Responsables
En ese sentido, expresó que “si tenemos o no una segunda ola, eso va a depender de cada uno de nosotros”.
Afirmó que el COVID-19 sigue contagiando a muchas personas, por lo que la ciudadanía no se debe confiar.
“Seguimos en la fase 4 de transmisión comunitaria y el virus anda circulando, pero hasta donde va a llegar esta pandemia, depende de la actitud de cada persona”, reiteró.
“Dentro de un mes o mes y medio, es posible que Honduras entre a una segunda ola, quizá peor que la primera en cuanto a la mortalidad”, advirtió.
Destacó que el sistema sanitario del país tiene mejor capacidades para atender esta emergencia, sin embargo, no hay un tratamiento específico para detener el contagio.
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