El principal tribunal administrativo de Turquía ha anulado el decreto de 1934 que secularizó uno de los principales emblemas de Estambul, Santa Sofía, lo que abre la puerta a su reconversión en una mezquita, tal como ha defendido el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y con él los sectores más nacionalistas e islamistas de la sociedad turca.
Sólo unas horas después del fallo, el presidente Erdogan ha firmado este viernes un decreto que convertirá en mezquita la antigua basílica y que llevaba nueve décadas siendo un museo.
Según explica la agencia Anatolia en su fallo el Consejo de Estado había admitido los argumentos presentados por una asociación que quería anular el decreto de los años 30, por considerar que fue ilegal, a pesar de que el mismo tribunal había reafirmado la legalidad de ese decreto en dos ocasiones anteriores. Pero los años de gobiernos islamistas y las sucesivas purgas de Erdogán han tenido su fruto.
XV siglos de historia
Construida en el siglo VI como basílica cristiana y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, Santa Sofía es uno de los grandes hitos arquitectónicos culturales y turísticos de Estambul.
Además, es uno de los edificios con una historia más interesante del mundo: ha atravesado y superado todo tipo de sucesos y desastres y tras casi mil años como templo cristiano fue convertida en mezquita tras la caída de Constantinopla en 1453. Desde entonces fue templo musulmán hasta que, dentro de la campaña de secularización de Ataturk, se convirtió en un museo sin ningún tipo de culto relugioso.
Preocupación en la UNESCO
La UNESCO se ha pronunciado este viernes por primera vez sobre la polémica para recordar que Santa Sofía está inscrita en su lista patrimonial como museo y que esto lleva asociado «compromisos y obligaciones», en la medida en que corresponde a cada Estado determinar que no hay «ninguna modificación» en sus monumentos.
De haberlas, ha explicado la organización, el país debe ponerse en contacto con la UNESCO y, llegado el caso, aceptar un examen del comité que examina estos bienes patrimoniales. En este sentido, ha subrayado que Santa Sofía «tiene un fuerte valor simbólico, histórico y universal».
La agencia ha explicado que ha compartido todas sus preocupaciones con las autoridades turcas en «varias cartas», por lo que les ha instado a iniciar un diálogo «antes de adoptar cualquier decisión que pueda afectar al valor universal del lugar».
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