El sonido explosivo de la pólvora acompañó como de costumbre la fiesta de Navidad en la capital, en cada barrio y colonia de Tegucigalpa en punto de las 12: 00 a.m. tronaban potentes morteros y cohetillos, pese a la ordenanza municipal que prohíbe el uso del producto.
La venta del material explosivo se desarrolló en sitios públicos desde tempranas horas del 24 de diciembre, ya que los vendedores ambulantes ofertaban estos producto a los clientes.
La mayoría se ubicaron en cercanías de los semáforos del bulevar Morazán, Juan Pablo II y los mercados de la ciudad de Comayagüela.
Decomiso de explosivos
Autoridades municipales sostienen que se han realizado agudos operativos para decomisar estos artilugios explosivos, los cuales, aducen, se han efectuado de manera discreta para actuar de forma efectiva ante los vendedores del producto ilegal en la capital.
Según informe, la mayoría de los decomisos se llevan a cabo en mercados y con vendedores ambulantes.
Sépalo
Se estima que la pólvora que han trasladado los conductores de comunidades vecinas por el Distrito Central asciende a unos ocho millones de lempiras.
Los operativos de revisión de vehículos que trasladan el material explosivo en las principales zonas de ingreso a la capital permanecen vigentes, por lo que los conductores deben presentar una autorización municipal para ingresar al municipio.
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