El alcalde de Choluteca, Quintín Soriano, dijo que los pacientes graves de COVID-19 hasta ruegan para que les compartan oxígeno y se conforman con condiciones deplorables, pues no tienen otra opción para aferrarse a la vida.
Soriano, en su denuncia, le hizo un llamado a los alcaldes de Honduras a que se empoderen en sus cargos y pongan un alto a tanta injusticia.
Durante su comparecencia ante un medio de comunicación, Soriano reveló que en una de sus visitas a una de las salas COVID-19, le sorprendió ver que había 36 personas y solo 2 enfermeras para todos los pacientes.
Asimismo relató que las enfermeras mueven los pocos tanques hay, mientras otra persona dice «quiero el oxígeno». La carga de pacientes es tan alta que el personal no se da abasto.
«Me acercaba a ver a los pacientes y les decía dese vuelta, póngase boca abajo. Y me contestaban: ‘No puedo porque estoy hecho pupú’. Yo le decía: ‘Eso no importa’. Y así me encontraba con varias personas», narró Quintín Soriano.
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