Tegucigalpa, 18 de septiembre. Las acciones conjuntas entre Honduras y Guatemala para mitigar la contaminación en el río Motagua han reducido en un 93 por ciento el impacto de desechos sólidos en las costas hondureñas.
La comisionada Presidencial del Río Motagua, Lilian Rivera, declaró que el abordaje de la contaminación en esta cuenca pasa por la instalación de un sistema de manejo de desechos sólidos adecuados y un cambio cultural que permitan reducir el impacto de los desechos y aguas residuales provenientes de los municipios que están en las riberas del río.
Sin embargo, mientras se instalan estos sistemas, que requieren de estudios ambientales para garantizar que sean autosostenibles, se ha venido implementando una serie de acciones binacionales que han reducido de forma significativa el impacto ambiental en las costas hondureñas, dijo.
Rivera informó que en base a las estadísticas del Departamento de Protección del Medio Marino de la Marina Mercante, en el 2016, año en que las playas hondureñas registraron su mayor nivel de contaminación, se recolectaron 1.248.2 toneladas de desechos; sin embargo, en el 2019 la recolección fue de 86.3 toneladas, lo que refleja una reducción de 93 por ciento.
Esto es producto de una serie de medidas que se han venido implementando desde el 2015, cuando el Gobierno de Honduras declaró como una amenaza ambiental las miles de toneladas de basura y desechos sólidos provenientes del río Motagua causando un daño incuantificable en la flora y fauna de la costa atlántica, declaró.
Lluvias traen más residuos
Rivera detalló que, como parte de las acciones para reducir el impacto de desechos sólidos de esta cuenca en las costas hondureñas, las autoridades guatemaltecas han instalado más de 50 biobardas a lo largo de los 463.5 kilómetros del río y una barda industrial en la desembocadura.
“Sabemos que (las biobardas) no son la solución al problema, pero han venido a reducir el flujo de desechos”, afirmó.
El trabajo de las biobardas se complementa con la recolección de desechos sólidos en la desembocadura del río Motagua y la limpieza permanente de las playas a fin de mantenerlas libres de desechos, especialmente durante la temporada lluviosa, que es cuando hay mayor impacto en las costas hondureñas, ya que el caudal de la cuenca aumenta y las biobardas no son suficientes, agregó la comisionada.
Rivera detalló que, a consecuencia de las lluvias de los últimos días, tiene reportes de una oleada de desechos que vendrá a impactar en las playas hondureñas, por lo que se están haciendo las coordinaciones respectivas para duplicar las acciones de limpieza en la zona.
“De la misma manera hacemos un llamado a nuestros hermanos guatemaltecos para que también dupliquen sus esfuerzos en la limpieza de la cuenca y en la contención de los residuos que arrastra el río Motagua, y de esta manera evitar que hayan mayores impactos en nuestras playas”, manifestó la comisionada.
Los operativos de limpieza en las costas hondureñas están a cargo de una Fuerza de Tarea integrada por la Comisión Permanente de Contingencias, la Marina Mercante, la Secretaría de Defensa Nacional y Mi Ambiente, que trabaja de forma permanente a fin de mitigar el impacto tanto en las playas como en los humedales y manglares, dijo.
Entre el 2015 y el 2019 se han recolectado 2.494 toneladas de basura, de las cuales 402.7 se limpiaron en el 2015; 1.248.2 en el 2016; 602 en el 2017; 153.5 toneladas en el 2018 y 86.3 el año pasado.
Rivera aclaró que las biobardas y la limpieza permanente en las costas no es una solución definitiva al problema ambiental en el río Motagua, pero es parte de las acciones inmediatas que han contribuido a reducir de gran manera el impacto en las costas hondureñas.
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