ROMA. El Vaticano inició el jueves una conferencia de tres días sobre reformular el sacerdocio católico, en medio de un descenso de las vocaciones y una crisis de credibilidad por el escándalo de “depravados” abusos sexuales y encubrimiento.
El organizador de la conferencia, el cardenal Marc Ouellet, dijo que el simposio aspiraba a acabar con el concepto “clericalizado” del sacerdocio que veía como raíz del escándalo. Criticó que los sacerdotes asumieran una posición pervertida de poder sobre sus congregaciones, cuando la Iglesia debía ser el «pueblo de Dios”.
Esa distorsión, afirmó, creó una crisis en la que “los abusos sexuales son apenas la punta visible y perversa del iceberg”, dijo Ouellet. Mencionó abusos de poder, de conciencia y espirituales como otros comportamientos “depravados” de los sacerdotes.
El cardenal expresó su esperanza de que la conferencia ayudara a trazar “un nuevo equilibrio”, en el que las mujeres, en particular, jugaran un papel mayor en la Iglesia católica.
El papa Francisco inauguró la conferencia reiterando su petición a los sacerdotes a que estén cerca de Dios, sus obispos, otros sacerdotes y «el pueblo de Dios».
Francisco no mencionó los escándalos de abusos, pero él también culpó al “clericalismo” de distorsionar el auténtico significado del sacerdocio, que describió como una vocación de servicio, no de poder.
“El clericalismo es una distorsión porque no se basa en la cercanía (a otros), sino en la distancia”, dijo.
Oficialmente, la conferencia no trataba sobre el escándalo de abusos sexuales. Pero el discurso de apertura de Ouellet dejó claro que el tema era un tema de fondo inevitable en las conversaciones.
Otro tema que marcaba la conferencia era la crisis de vocaciones. En el programa había sesiones dedicadas a las cuestiones del celibato de los sacerdotes y el papel de las mujeres en la Iglesia.
Según estadísticas del Vaticano publicadas este mes, en 2020 había 410.219 sacerdotes católicos en el mundo, 4.117 menos que el año anterior, los últimos datos disponibles. Los bruscos descensos en Norteamérica y Europa se vieron compensados por la ordenación de nuevos sacerdotes en África y Asia.
Las estadísticas también mostraban un declive en el número de seminaristas que se preparaban para el sacerdocio, 111.855 en 2020 frente a los 114.058 de 2019./AP.
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