Francisco ha realizado su audiencia habitual de los miércoles en línea desde marzo.
«Después de tantos meses, retomamos nuestros encuentros cara a cara y no pantalla a pantalla y esto es hermoso», dijo el papa a los fieles. Su secretario de Estado visitará el Líbano en su nombre para «expresar su cercanía al pueblo libanés».
«Después de las repetidas tragedias que conoce el pueblo del Líbano, nos damos cuenta del peligro extremo que amenaza la existencia misma del país. El Líbano no puede abandonarse a sí mismo», dijo el papa.
«Aliento a todos los libaneses a que sigan con la esperanza y encuentren la fuerza y la energía necesarias para empezar de nuevo. Pido a los políticos, líderes religiosos y a la comunidad internacional que se comprometan con sinceridad y transparencia en la reconstrucción del país, dejando de lado los intereses personales y mirando el bien común y el futuro de la nación”, agregó.
El papa también pidió un día universal de oración y ayuno para el Líbano que se llevará a cabo el viernes 4 de septiembre.
Los miembros de la audiencia usaban mascarillas al igual que algunos de los sacerdotes presentes.
El papa Francisco pidió solidaridad en la lucha contra el covid-19.
«La pandemia actual ha puesto de relieve nuestra interdependencia: todos estamos unidos, para bien o para mal. Por eso, para salir mejor que antes de esta crisis, tenemos que hacerlo juntos, todos, solidariamente», dijo.
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