El Sumo Pontífice se recostó en el suelo -como hace todos los años- para orar sobre un cojín de terciopelo ante el Altar de la Confesión, bajo el que descansan los restos del Apóstol Pedro. El color rojo de su vestimenta, símbolo de la caridad, se emplea en los Viernes Santo y en otras celebraciones, como el domingo de Pentecostés.
En esta ceremonia, se procede a la lectura de la Pasión de Cristo, pronunciada por diáconos ante una cruz tapada con un velo rojo en el altar mayor del templo. Tras la lectura, el predicador de la Casa Pontificia pronunciará una homilía.
Este día la Iglesia no celebra la Eucaristía y ningún sacramento, a excepción de la Reconciliación y de la Unción de los Enfermos.
En diálogo con ACI Prensa, el párroco Donato Jiménez afirmó que el Viernes Santo “celebramos la muerte de Jesús, quien ha muerto por cada uno de nosotros y por toda la humanidad para reconciliarnos con el padre”.
Tras la ceremonia de la Pasión de Cristo, el papa Francisco encabezará el Vía Crucis en la plaza de San Pedro -al igual que el año pasado por la pandemia de coronavirus- y no en el Coliseo, como se realizaba ininterrumpidamente desde 1964.
El Papa estará sentado en el sagrado de la plaza y los grupos que llevan la cruz irán recorriendo la misma.
En esta ocasión, las meditaciones del Vía Crucis fueron escritas por niños, ya que los encargados fueron el grupo de Scout de Foligno (Umbria) y de la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda. Las imágenes que acompañarán las diferentes estaciones han sido realizadas por niños de las Casas Familias “Mater Divini Amoris” y “Tetto Casal Fattoria”.
También dentro de la basílica se celebrará la misa del Domingo de Resurrección, tras la cual se impartirá la bendición “Urbi et Orbi”, que tradicionalmente los papas realizaban asomados al balcón de la logia central de la basílica ante decenas de miles de fieles.
El papa Francisco visitó a las personas sin hogar que son vacunadas en el Vaticano
El Sumo Pontífice acudió este viernes a saludar a las personas sin hogar o en situaciones de dificultad que estaban siendo vacunadas en el atrio del Aula Pablo VI, en el marco de una campaña de inoculación de los más vulnerables que ha puesto en marcha el Vaticano.
El Papa saludó a los médicos y enfermeras, siguió el procedimiento de preparación de las dosis de la vacuna y habló con las personas que esperaban recibir las inyecciones, que son acogidas y acompañadas por algunas asociaciones romanas. Además, se tomó algunas fotos con ellos.
Hasta la fecha, aproximadamente 800 personas sin hogar fueron vacunadas en el Vaticano con la primera dosis y se espera llegar a las 1.200 completamente inmunizadas.
El primer grupo de 100, compuesto por personas alojadas en el dormitorio de las misioneras de la Caridad de San Gregorio al Celio y residentes en otras estructuras romanas, se inoculó el pasado 31 de marzo.
El Vaticano, que ya ha inmunizado a todos sus habitantes y trabajadores, ha comenzado una campaña para vacunar a los más vulnerables con la compra de dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, suministradas por el hospital romano Lazzaro Spallanzani.
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