El papa Francisco no presidirá la misa de fin de año que se celebrará esta tarde en el Vaticano y tampoco la de Año Nuevo que tendrá lugar mañana, 1 de enero, como consecuencia de una “dolorosa ciática”, informó hoy la Santa Sede.
“Debido a una dolorosa ciática, las celebraciones esta tarde y mañana por la mañana en el Altar de la Cátedra de la Basílica Vaticana no serán presididas por el Santo Padre Francisco”, ha señalado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en una nota.
En su lugar, el cardenal Giovanni Battista Re presidirá esta tarde la misa de las últimas vísperas, en la que se entonará el himno del “Te Deum” de acción de gracias por el año transcurrido; mientras que el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, lo hará en la misa del 1 de enero de 2021.
El papa Francisco, que cumplió el pasado 17 de diciembre 84 años, sí ofrecerá mañana, 1 de enero, el rezo del Ángelus desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, como estaba previsto. El Ángelus coincide con la Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios, y la 54 Jornada Mundial de la Paz, que este año lleva por título “La cultura del cuidado como camino de paz”.
Está previsto que el miércoles 6 de enero el papa presida también la eucaristía de la solemnidad de la Epifanía del Señor.
Poco antes de Navidad, dos cardenales que forman parte del círculo cercano al Papa, un polaco y un italiano, contrajeron el covid-19, volviendo a plantear dudas sobre la protección del Papa, que rara vez usa máscara.
Aunque las reuniones oficiales del Papa con altos funcionarios de la Santa Sede se comunican a diario, Francisco también tiene muchas reuniones privadas en la residencia hotelera Santa Marta donde vive.
Durante el primer confinamiento en Italia, Francisco estuvo aislado en su biblioteca los domingos para la oración del Ángelus, pero luego apareció con frecuencia aunque brevemente en una ventana para saludar hacia una plaza de San Pedro casi vacía.
El Papa es considerado una persona en riesgo, teniendo en cuenta que a los 21 años, en 1957, Jorge Bergoglio sufrió una pleuresía aguda y los cirujanos tuvieron que extirpar parcialmente su pulmón derecho, detalla su biógrafo Austen Ivereigh.
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