El tour del Santiago Bernabéu lleva abierto al público casi un año a pesar de que muchos podrían pensar lo contrario al ver las grúas de tamaño jurásico que rodean al estadio desde hace casi 20 meses. Un visitante podía recorrerlo una tarde de esta semana cruzándose solo con unas 20 personas, la mitad de ellas empleados. Antes de la pandemia este era comúnmente considerado como el “tercer museo más visitado de Madrid”: había hasta 20 autobuses de turistas aparcados alrededor del estadio y largas colas para ver las vitrinas de trofeos y galerías con atracciones como unas cornetas que emiten el sonido de un gol o de un entrenamiento.
Según el Real Madrid, el tour recibió 1,3 millones de visitantes en 2018/2019, que fue la última temporada completa sin la interferencia del coronavirus. Era una media de 3.500 al día, solo por detrás de los museos del Prado y Reina Sofía. Para los vecinos de Madrid las escenas de turistas en torno al Bernabéu eran una clara señal de que el club blanco se había convertido en una gallina de los huevos de oro que hay que cuidar porque beneficia no solo al Real Madrid, sino a toda la ciudad: restaurantes, hoteles, transportes o tiendas de todo tipo.
El nuevo Bernabéu es el pilar de la nueva estrategia de negocio donde el club claramente puede trabajar para construir una base de ingresos aún mayor que no dependa del marcador. El negocio del Santiago Bernabéu no ha dejado de crecer desde 2013-2014, y en 2019 -último año sin coronavirus- alcanzó 175 millones de euros entre socios, taquilla y explotación de los negocios que hay alrededor. El plan de negocio asociado a la remodelación contempla poder doblar prácticamente este negocio, con 150 millones adicionales si se cumplen objetivos. En total, el club blanco prevé que el nuevo estadio pueda generar unos ingresos de hasta 500 millones de euros anuales.
Los últimos datos reflejan que en la temporada 2019-2020 se produjo un retroceso de esos ingresos del 7,8%, hasta 161,34 millones, por el impacto del cierre de La Esquina del Bernabéu y a la espera de ver cómo evoluciona realmente la taquilla.
Después de cinco años de avances y retrocesos moderados, la recaudación por cuotas de socios y abonados finalmente subió un 8% en 2018-2019, hasta 54,28 millones de euros. El incremento no responde a un aumento de la masa social, que lleva restringida desde hace años, sino al aumento del precio de los abonos, de entre el 10% y el 25% que se ejecutó en 2018.
La junta directiva no ha vuelto a retocar los abonos y entradas desde entonces, aunque se desconoce si habrá una nueva subida cuando se reinaugure el estadio, medida que podría venir justificada por la mejora del servicio, como serán asientos más amplios, cubierta para todos los espectadores, y aumento del espectáculo con videomarcadores, juegos de luz y puntos de restauración. El equilibrio es importante, aunque a favor del Madrid juega la lista de espera que existe para hacerse con uno de sus 61.280 pases de temporada, tope que difícilmente se verá ampliado con el nuevo Bernabéu, pues no se contempla un aumento del aforo/Infobae.
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