La Argentina se convirtió en uno de los pocos países en donde se producen vacunas contra el coronavirus, pero el proceso se había mantenido en secreto hasta hoy. El laboratorio Richmond informó que fabricó y envió un lote de dosis de Sptunik V a Moscú para obtener la aprobación rusa e iniciar en junio la producción masiva en una de sus plantas ubicadas en Buenos Aires.
La firma comunicó ante la Bolsa de Comercio de la capital que los primeros lotes “están siendo enviados al Gamaleya Center para su evaluación, mientras que, otros ensayos, son realizados en paralelo en nuestros laboratorios”.
Allegados a la compañía especificaron a Infobae que el lote enviado a Rusia incluye 21.176 dosis que serán testeadas y sometidas a pruebas de calidad en el Instituto Gamaleya como paso previo a su fabricación en escala, que comenzaría en junio.
Marcelo Figueiras, presidente de Richmond, se encuentra en Rusia junto a su equipo de trabajo para supervisar las pruebas y cerrar los detalles del método de trabajo que podría ponerse en marcha en pocos días.
Recientemente posteó una foto en su cuenta de Instagram: “Hay equipo, pasión, mucho trabajo, emoción y ganas en el Gamaleya Nacional Institute of Epidemiology and Microbiology”, escribió. Ya había estado en la capital rusa a principios de año para firmar el acuerdo que le posibilitó empezar a fabricar las primeras dosis de la vacuna en la Argentina.
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