Tegucigalpa, Honduras. Desde el año 2017, ha tomado fuerza la necesidad de una reforma electoral, que permita administrar y ejecutar procesos electorales más confiables, transparentes y creíbles. los conflictos postelectorales derivados de la carencia de un sistema electoral acorde a las necesidades actuales dejaron como enseñanza que; una nueva Ley Electoral es urgente.
Desde el NIMD, hemos creído que; el camino al fortalecimiento democrático pasa por la inclusión y la igualdad, pero también que la consolidación de la democracia y sus elecciones se sustenta en la credibilidad y representatividad, por lo que, en ese balance, reconocemos que es importante redefinir a que se le llama “Democracia” en Honduras.
En función de esto, nos sumamos a la voz de la Comunidad Internacional, las Organizaciones de Sociedad Civil, la Empresa Privada, La Academia y demás sectores que hemos demandado una nueva normativa electoral.
Teniendo en cuenta que la gran dificultad en su aprobación se fundamenta en la Conformación de las Mesas Electorales Receptoras (MER), las cuales evolucionarían a Juntas Receptoras de Votos (JRV).
Así como la deuda política, instamos a las diferentes fuerzas políticas a realizar un diálogo; Honesto, real, poniendo por delante el país, su estabilidad y su democracia, retirando los intereses políticopartidarios y primando los de la sociedad.
También, proponemos públicamente opciones que puedan sumar a la discusión:
1- la conformación de las MER o JRV:
• La propuesta de la Ley en discusión propone; tres (3) representantes titulares de los partidos más votados en la última elección y dos (2) suplentes de los partidos emergentes.
2- Desde el NIMD, estamos totalmente de acuerdo en que; la distribución de la deuda política sea en función del “valor voto” y no en porcentaje del partido más votado, como actualmente define la “Ley electoral y de las instituciones políticas”.
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