El ministro de Cultura italiano, Darío Franceschini, anunció que en el año 2021 iniciaran las obras para colocar en el “Coliseo de Roma” una capa de arena. El objetivo principal es que la obra luzca como en el siglo I.
«Se tratará de una estructura de alta tecnología, pero reversible y no invasiva: una gran intervención tecnológica, que ofrecerá al visitante la oportunidad no solo de ver el subsuelo, sino de contemplar la belleza del Coliseo», aseguró Franceschini a la agencia EFE.
El suelo será un sistema móvil que se podrá activar rápidamente y varias veces al día. Por un lado, protegerá la sub capa terrestre de los efectos atmosféricos y de la insolación excesivas; también, permitirá ver el interior de la obra como se mira en este momento.
Espectáculos en la arena
Aunque en este momento, el Coliseo está cerrado por la pandemia, pero se trata de uno de los lugares más visitados en el mundo. Se dice que a ese centro de la cultura italiana llegan alrededor de cinco millones de turistas al año. Antes se utilizaba para celebrar conciertos y eventos relacionados por lo que el equipo de Franceschini cree que no habrá ningún problema porque tiene capacidad para 50.000 espectadores.
El visitante podrá ver cómo era por dentro esa «compleja máquina organizativa de los espectáculos». No obstante, cuando se cubra con la nueva arena permitirá restaurar la lectura integral de la obra y permitirá al público comprender plenamente el uso y las funciones de esa estampa del mundo antiguo.
El proyecto
Franceschini dijo que la convocatoria para la licitación de las obras concluirá el próximo 1 de febrero. Por el momento, existe un presupuesto inicial de 18.5 millones de euros. Entre los posibles candidatos a ganar dicha licitación, figura el arqueólogo Daniele Manacorda, que publicó un proyecto en la revista especializada «Archeo» en julio de 2014.
Manacorda propone la construcción en madera del suelo del Coliseo, para que pueda instalarse de nuevo la arena y construir un museo en los subterráneos que actualmente están al descubierto.
«Cuando finalizó su vida como edificio de espectáculos, se convirtió en un castillo, una cantera de piedra e incluso un lugar de fantasmas y de ritos religiosos y civiles. Ahora es una estrella ruinosa del turismo cultural», expresó Manacorda en 2014 a la revista National Geographic.
Imagen desde interiores del Coliseo de Roma 
(Foto: El Tiempo)
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