El Arrecife Mesoamericano está en declive. El aumento de temperatura, la acidificación y la proliferación de algas, son algunas de las consecuencias del cambio climático que lo están deteriorando.
Aunque es vital para la salud y economía de sus habitantes, el Arrecife Mesoamericano, el segundo más importante después de la Gran Barrera de Coral de Australia, vive sus horas más bajas. El Reporte de Salud 2020 del Arrecife Mesoamericano, que cubre los países de México, Honduras, Guatemala y Belice, indica que el Índice de Salud Arrecifal (ISA) ha disminuido por primera vez en 12 años.
Para la elaboración del informe, a cargo de la Iniciativa Arrecifes Saludables, se han monitoreado 286 sitios. De estos, solo el 1 % tiene «muy buena salud” y un 8% «buena», mientras que el 16 % está en estado crítico y el 46 % tienen una calificación de salud mala.
«Empezamos las mediciones de manera aleatoria, en los lugares más representativos posibles», dijo a DW Mélina Soto, coordinadora para México de la Iniciativa Arrecifes Saludables, que publica estos resultados cada dos años.
El declive es más pronunciado en Honduras, donde los sitios calificados de buenos cayeron del 20% al 4%, y los sitios críticos aumentaron del 6% al 15%, respecto al informe de 2018. De este modo, el ISA pasó de «regular» a «malo». «Hay un retroceso porque hay pocos peces herbívoros y comerciales», apuntó Soto.
«La falta control, la pesca ilegal y la sobrepesca», son los responsables de esta disminución, que también se produce en el resto de países del Arrecife.
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