“Los riesgos para las perspectivas de la región están ponderados firmemente a la baja“, advirtió la organización crediticia internacional. ”Los brotes del coronavirus en las economías grandes de la región podrían tener efectos de derrame y una segunda ola de la pandemia en las economías avanzadas podría afectar negativamente a la región”, aseguró en su informe de las perspectivas para la región.
Las perspectivas asumen que la actividad económica tendrá su caída más profunda en el segundo trimestre del año, cuando las medidas de mitigación estén implementadas en su máximo nivel. Bajo este escenario, una normalización de las condiciones de cada país y a nivel internacional ayudarían a que la región tenga un crecimiento económico de 2,8% en 2021, de acuerdo con el BM.
La institución explicó que la pronunciada caída de los precios de las materias primas ha golpeado fuerte a gran parte de Latinoamérica, especialmente a los países productores de petróleo y gas. Las condiciones financieras, a su vez, se han deteriorado y la profunda recesión económica en Estados Unidos y China ha afectado las cadenas de suministros en México y Brasil y causado una fuerte reducción de las exportaciones de países exportadores de materias primas como Chile y Perú.
La contracción económica estadounidense, a su vez, está afectando negativamente el comercio y las remesas en Centroamérica, mientras que la paralización del turismo también ha tenido efectos negativos, especialmente en México y Centroamérica, que dependen en gran medida de él.
El BM prevé que la economía de Brasil se contraiga 8% este año seguida de la de México con un 7,5%, y la de Argentina con un 7,3%. Centroamérica, en tanto, tendría una baja de 3,6% en su actividad económica y el Caribe un 1,8%.
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