Estados Unidos volvió a superar el umbral de 100 mil hospitalizados por COVID-19, una cifra no vista desde el pico de casos del invierno a inicios de año, cuando las vacunas todavía no estaban ampliamente disponibles y la variante delta no irrumpía en el país.
Florida se mantiene como uno de los epicentros de la ola de contagios y reporta más de 17.000 pacientes internados por coronavirus, seguido de Texas, con 14.000. Ambos estados tienen tasas de vacunación por debajo del promedio nacional, que ronda el 52% de la población con el programa completo de una o dos inoculaciones, según la vacuna.
Las hospitalizaciones están a punto de duplicarse tan solo en lo que va de agosto, ya que el mes comenzó con 53 mil pacientes internados, según los datos del Departamento de Salud. También el promedio diario de nuevos contagios está cerca de un aumento del 100%, ya que en poco más de tres semanas pasó de 79.942 infecciones a más de 150 mil positivos reportados.
Otros estados del sur del país, como Alabama y Arkansas, han alertado que ya no cuentan con más capacidad de atención en las áreas de cuidados intensivos.
“En el país del exceso de vacunas gratuitas, este es el oscuro día en que cruzamos la línea de más de 100.000 hospitalizaciones, más de 25.000 pacientes en la UCI (la más alta de la pandemia), más de 1.300 muertes y más de 186.000 nuevos casos”, lamentó el reconocido médico Eric Topol en Twitter.
Otra de las cifras que ha crecido con fuerza en la última semana son las hospitalizaciones pediátricas, con más de 2.100 menores internados, en medio del debate por el uso de mascarillas en las escuelas. Varios líderes republicanos mantienen firmes sus posturas de impedir la obligatoriedad en los centros educativos apelando a la libertad de cada padre de decidir sobre sus hijos/Infobae.
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