Miami – Los 70,000 migrantes hondureños acogidos al estatuto de protección temporal (TPS) de EE.UU. se encuentran «a la deriva», muchos de ellos a punto de jubilarse, y privados del derecho a los beneficios de la residencia permanente tras 20 o 30 años de trabajo y estancia en este país.
Así lo dijo a EFE Orlando López, presidente de la organización hondureña integrada Francisco Morazán, fundada en 1996 e impulsora del TPS para los hondureños afectados entonces por el devastador huracán Mitch, que asoló Centroamérica.
«Vivimos en el limbo todavía porque no clasificamos para los beneficios que tienen en Estados Unidos los que poseen permiso de residencia o ciudadanía», dijo López en referencia a los inmigrantes de esta comunidad que entran ya en edad de jubilación, sin derecho siquiera a recibir la atención de salud del Medicare.
López se mostró agradecido a EE.UU. por acoger a los hondureños tras una situación de desastre como la que vivió su país en 1996, pero pidió a las autoridades estadounidenses que «sean conscientes» de que los hondureños bajo el programa TPS «cumplen algunos ya 70 años y tienen cortados muchos beneficios y no clasifican».
«A los ‘tepesianos’ (con TPS) les han despojado de derechos y ningún gobierno (de EE.UU.) se ha portado a la hora de la verdad y resuelto su estatus con una residencia permanente», se quejó López.
Señaló el activista hondureño que es «alarmante» que por ley, tras una estadía determinada, un «tepesiano» clasifica para solicitar el permiso de residencia permanente en EE.UU., «pero no se ha aplicado», y algunos llevan viviendo en este país 20 o 25 años.
«Nos alarma el futuro de los ‘tepesianos’ que viven en Estados Unidos desde 1998. Muchos somos mayores y estamos de salida, y los políticos hablan de la reforma migratoria pero, a la hora de la verdad, no han cumplido nada».
En Estados Unidos viven más de un millón de hondureños, la mayoría de ellos de manera irregular, una situación que preocupa sobremanera a esta organización que vela por los hondureños emigrados a este país.
López expresó también la preocupación de la comunidad por la deriva que ha tomado el Gobierno socialista de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, tras romper recientemente lazos con Taiwán y establecer relaciones con China.
«El camino que ha tomado (Castro) de romper relaciones, convenios y acuerdos importantes con Taiwán no es para bien de Honduras. Es un riesgo de que entre el comunismo en nuestro país», advirtió.
«No estamos de acuerdo con el rumbo que lleva el país», con la decisión de romper relaciones con Taiwán después de 30 años de convenios con un país que «ayuda con becas a estudiantes e impulsa proyectos agrícolas y de todo tipo para el desarrollo» de Honduras, afirmó López.
Honduras recibió un primer TPS en enero de 1999 por el huracán Mitch, que asoló Centroamérica un año antes. Este TPS fue extendido periódicamente hasta 2017, año en que el entonces presidente, Donald Trump, lo canceló.
El TPS es un programa bajo el cual el gobierno de EE.UU. otorga, y ha de renovar periódicamente, el permiso para la estancia y el trabajo de ciudadanos de países afectados por desastres naturales o la violencia.
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