El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, condenó los ciberataques que supuestamente perpetraron piratas informáticos chinos para intentar robar información sobre las vacunas y los tratamientos que se están probando frente al covid-19.
Esta es la primera vez que la Administración de Donald Trump se posiciona sobre un informe del FBI y otra agencia de inteligencia que informaron de la existencia de ciberataques contra centros de investigación estadounidenses.
«EE. UU. condena los intentos de actores cibernéticos y de entes no tradicionales afiliados a la República Popular de China (RPC) de robar propiedad intelectual estadounidense y datos relacionados con la investigación de covid-19», dijo Pompeo en un comunicado.
Con esas palabras, el Gobierno de Trump respaldó el informe del FBI y de la Agencia gubernamental de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA, en inglés), dependiente del Departamento de Seguridad Nacional.
Ese espaldarazo es significativo porque, en otras ocasiones, el Ejecutivo ha arremetido contra las agencias de inteligencia que actúan de manera independiente.
En su comunicado, Pompeo urgió a China a «cesar sus actividades maliciosas» y consideró que los ciberataques son solo una «extensión de sus acciones contraproducentes durante la pandemia».
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