Maria Ressa y Dmitry Muratov «son los representantes de todos los periodistas que defienden este ideal en un mundo donde la democracia y la libertad de prensa se enfrentan a condiciones cada vez más desfavorables», declaró el presidente del comité Nobel, Berit Reiss-Andersen, en Oslo.
Muratov, uno de los fundadores y editor en jefe del periódico ruso Novaya Gazeta, de 59 años, «ha defendido durante décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más difíciles», subrayó el jurado.
El periodista dijo a la agencia rusia de noticias TASS que no había podido responder al teléfono cuando le llamó el comité Nobel porque estaba trabajando, pero considera que este premio no es solo para él. «No es mi mérito personal. Es el de Novaïa Gazeta. Es el de los que murieron defendiendo el derecho de las personas a la libertad de expresión», dijo a TASS, enumerando los nombres de los seis periodistas y colaboradores del periódico asesinados, incluida Anna Politkovskaya, asesinada hace 15 años.
Creada en 1993, Novaïa Gazeta sigue siendo objeto regularmente de intimidación y ataques. En los últimos años, este periódico ha publicado encuestas sobre la actuación de los grupos paramilitares rusos y la persecución de las minorías sexuales en Chechenia.
El Kremlin por su parte alabó el «coraje» y el «talento» de Dmitry Muratov.
En cuanto a Maria Ressa (58 años), cofundadora en 2012 del medio de investigación Rappler, «utiliza la libertad de expresión para exponer los abusos de poder y el creciente autoritarismo en su país natal, Filipinas», liderado por Rodrigo Duterte, apunta el jurado del Nobel.
«Un mundo sin hechos significa un mundo sin verdad y sin confianza», dijo Ressa en una entrevista transmitida en vivo por su medio. «Es el mejor momento para ser periodista. Estos momentos en los que es más peligroso son los momentos en que es más importante».
Maria Ressa y Rappler han sido objeto de varias demandas e investigaciones por haber publicado artículos críticos con las políticas del gobierno de Duterte, incluida su guerra contra las drogas.
La ex corresponsal de CNN, también de nacionalidad estadounidense, se encuentra ahora en libertad bajo fianza a la espera de una apelación en un caso de difamación. En abril, Ressa recibió el Premio UNESCO de Libertad de Prensa en reconocimiento a su «lucha infalible por la libertad de expresión».
El Nobel de la Paz, formado por una medalla de oro, un diploma y una suma de 10 millones de coronas suecas (cerca de 980.000 euros), debe entregarse físicamente el 10 de diciembre en Oslo, si las condiciones sanitarias lo permiten.
El año pasado, el Premio Nobel de la Paz se otorgó al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas por sus esfuerzos contra el hambre en el mundo.
Tras el galardón de la paz, único Nobel entregado en Oslo, la temporada de los Nobel, otorgados desde 1901, termina el próximo lunes en Estocolmo con la economía.
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