TEGUCIGALPA, HONDURAS
Tras un amotinamiento e intento de fuga registrado en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara, Francisco Morazán, se confirmaron dos privados de libertad muertos y tres heridos.
El portavoz de las Fuerzas Armadas y Centros Penales, capitán José Coello, informó confirmó el amotinamiento registrado en el centro penal de Támara la noche del miércoles, el cual dejó un saldo de dos personas muertas y tres heridas. Según Coello, el incidente ocurrió en el módulo Procesados 2, donde se produjo un intento de fuga por parte de un grupo de 72 privados de libertad.
«Estamos en toda la capacidad de informar sobre lo ocurrido. Se activaron los protocolos de seguridad a través del Instituto Nacional Penitenciario y la Policía Militar para frenar el intento de fuga», explicó Coello.
Seguidamente, detalló que, durante el enfrentamiento, Carlos Andrés Soler y José Alejandro Cruz, ambos privados de libertad, resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital donde posteriormente fallecieron. Además, tres personas más sufrieron heridas, quienes ya reciben atención médica y están bajo control.
Entre los heridos se identificó a: Óscar Orlando Cruz Romero, Óscar Daniel Quinkirina y Marco Tulio Roque Zúniga.
El capitán Coello también informó que se realizaron operaciones de requisa durante la madrugada, en coordinación con la Policía Militar del Orden Público, para mantener el control dentro del centro penal.
Aunque inicialmente se manejó la posibilidad de un incendio, el portavoz descartó esa versión, al igual que el rumor sobre la muerte de una privada de libertad del sexo femenino.
«Lo que se registró fue un amotinamiento con intenciones de fuga. Los privados de libertad intentaron superar los anillos de seguridad, y en ese proceso, los efectivos realizaron disparos de advertencia, resultando en algunos heridos», añadió Coello. Además, no se descarta la presencia de armas dentro del penal, por lo que las operaciones de requisa siguen.
No quedó claro si los disparos fueron solo de parte de los custodios o también había armas de parte de los privados de libertad, por lo que se llevan a cabo los operativos en el centro penal.
El incidente pone en evidencia una vez más los desafíos de seguridad en los centros penales de Honduras, donde los incidentes que terminan en tragedias se han convertido en situaciones recurrentes.
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