Imagínate ser un niño de nuevo y llegar a tu casa para darte cuenta que tus padres te han hecho un dormitorio inspirado en un iglú, completamente blanco, suave y acogedor. ¡Una maravilla! Esto fue lo que los fundadores de Takk crearon para su pequeña hija.
Un tela blanca peluda reviste el interior de este dormitorio infantil con temática invernal, que Mireia Luzárraga y Alejandro Muiño del estudio español Takk han construido dentro de su casa en Barcelona. Cariñosamente titulada Winter Bedroom (for a Big Grrl), la estructura independiente fue diseñada como un escondite para la hija pequeña de la pareja. Toma la forma de una cúpula de 3,5 metros de altura que se expande de una entrada estrecha en un lado, parecida a un iglú.
El proyecto forma parte de la renovación en progreso y continua del espacio de almacén de Takk, donde sus fundadores viven y construyen sus obras arquitectónicas a gran escala. “La casa-taller es un espacio de 400 metros cuadrados que puede albergar las instalaciones que diseñamos y producimos”, explicó Luzárraga a Dezeen.
“Al mismo tiempo, el espacio está siendo colonizado por algunos espacios domésticos que lo condicionan para vivir. Va cambiando continuamente dependiendo del trabajo que estamos desarrollando. Algunas de las piezas se quedan para siempre, y algunas de ellas son temporales” agregó.
La mayoría de los materiales utilizados para formar el dormitorio de invierno se reutilizaron de proyectos anteriores. Incluida la cortina de cadena de acero que cubre la entrada en lugar de una puerta y las tres capas de espuma que recubren el techo de la cúpula y todo su exterior.
Colocadas sobre una estructura de madera, las láminas de espuma sirven para varios propósitos. Ya que por un lado, mantienen la paleta completamente blanca de los dormitorios y brindan calidez adicional en el almacén industrial, que tiene mucho espacio y luz pero poco aislamiento.
Por otro lado, a diferencia de los revestimientos tradicionales o los paneles de pared, la espuma también se amolda fácilmente a la forma redondeada de la cúpula. “La condición flexible del material se adapta fácilmente a la forma del iglú”, explica Muiño, que fundó Takk junto a Luzárraga poco después de que la pareja se conociera en 2008.
Dentro del dormitorio, una alfombra felpuda cubre no solo el piso sino también las paredes y la plataforma elevada que sostiene la cama. “El espacio interior tiene un piso a una altura de 90 centímetros donde reposa el colchón, todo cubierto con una alfombra peluda blanca lista para disfrutarse descalzo”, dijo Muiño. «Debajo de esta cama grande, hay un espacio para almacenar, jugar o esconderse».
Las luces esféricas integradas en el techo forman lo que el estudio describe como «un cielo de bombillas», diseñado para crear la impresión de mirar hacia las estrellas.
Este sin duda tiene que ser uno de los dormitorios infantiles contemporáneos más asombrosos y bellos que se puede soñar. Takk es una firma arquitectónica que trabaja con nociones contemporáneas de naturaleza, género y política y vale cada segundo el observar sus creaciones. Puedes darle un vistazo aquí.
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