El presidente Donald Trump ha reconocido, en cierto modo y sin admitir la derrota, que Joe Biden asumirá el cargo el 20 de enero al mediodía.
Entre ahora y entonces, podemos esperar a ver el festival de perdones presidenciales de último minuto llevado a cabo por la mayoría de los presidentes. Y cualquier apostador pensaría que Trump lo hará a lo grande.
Trump ya conmutó la sentencia de su asesor informal Roger Stone. Pero su exdirector de campaña Paul Manafort todavía se encuentra en confinamiento domiciliario cumpliendo una sentencia de prisión. Su exasesor de seguridad nacional Michael Flynn admitió haber mentido al FBI, pero aún no ha sido sentenciado y ha estado tratando de retirar la declaración.
Trump ha preguntado repetidamente a sus asistentes sobre los perdones para él y los miembros de su familia y si podría emitirlos de manera preventiva, según un informe reciente de CNN.
¿Por qué Trump necesitaría un perdón presidencial?
Es muy posible que sea una pregunta académica, ya que Trump no parece estar enfrentando investigaciones penales federales actualmente. Su secretario de Justicia, Bill Barr, ha dejado muy claro que seguirá las directrices existentes del Departamento de Justicia que previenen que un presidente en funciones sea acusado de un delito.
Sin embargo, el exabogado de Trump Michael Cohen ha cumplido condena en la cárcel por violar la ley federal de financiamiento de campañas para diseñar pagos de dinero en secreto en 2016 a mujeres que dijeron haber tenido relaciones con el futuro presidente. Hay un audio en el que Trump discute los pagos. Quizá sea concebible que pueda otorgarse un perdón a sí mismo por violar la ley electoral.
Esos pagos también están en el centro de una investigación sobre Trump por parte del fiscal de distrito de Manhattan. Este ha estado buscando los registros financieros de Trump en una batalla judicial de larga duración.
Pero los perdones presidenciales no sirven para los delitos estatales. En términos de estas investigaciones estatales sobre sus asuntos financieros y su organización benéfica ahora desaparecida, un perdón federal no le servirá de nada en la corte estatal de Nueva York.
Si se vuelve creativo, quizá también podría intentar usar el auto-perdón para lidiar con un posible juicio fiscal federal futuro en su contra. El Servicio de Impuestos Internos (IRS), por ejemplo, dice que reclamó incorrectamente una cancelación de impuestos de US$ 72,9 millones, según The New York Times sobre sus declaraciones de impuestos.
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