Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), consideró el viernes que la renovación por cinco años del tratado New START, que limita los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia, “preserva la idea de que tiene que haber un proceso de control de armas” y es un “elemento positivo en líneas generales”.
En diálogo con Infobae, Grossi destacó que la renovación del acuerdo, el último que sigue pie en el sistema de control de armas nucleares entre ambas potencias, indica “desde un punto de vista cuantitativo” que “al menos EEUU y Rusia continúan adhiriendo a una política de control de armamentos”.
La renovación del New START, un tratado firmado en 2010 que debía expirar el 5 de febrero de 2021, estuvo en dudas durante casi toda la administración del ex presidente estadounidense Donald Trump, que la subordinó a otras demandas a Rusia y también a China que no se concretaron. Pero a finales de enero el nuevo mandatario Joe Biden reafirmó su compromiso con el acuerdo y su voluntad de renovarlo, algo que el presidente ruso Vladimir Putin había también anunciado poco antes.
La administración Trump ya había retirado a Estados Unidos del Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF) y el Cielos Abiertos, esenciales en la arquitectura jurídica del control de armas, y se temía que la salida del New START llevara al inicio de una nueva carrera de armas entre Washington y Moscú similar a las ocurridas durante la Guerra Fría.
Pero aunque finalmente esto pareció evitarse, la tentativa fallida de Trump puso el acento en las críticas al sistema entero y los peligros de quedarse sin ningún acuerdo.
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