El presidente de Kirguistán, Sooronbay Jeenbekov, ha decidido dejar su cargo en medio de las protestas contra el resultado de las elecciones parlamentarias del 4 de octubre, informó el servicio de prensa presidencial.
En un comunicado publicado en su sitio web, el mandatario justifica su decisión porque —asegura— la paz y la integridad del país «están por encima de todo» y no quiere quedar en la historia de Kirguistán «como un presidente que derramó sangre». Además, pide al primer ministro Sadyr Japarov «y a otros políticos» que «retiren a sus partidarios de la capital y devuelvan la vida pacífica al pueblo de Biskek».
El resultado de las parlamentarias del 4 de octubre desató una masiva ola de protestas, que desembocaron en choques con la Policía y en la toma de la sede del Parlamento y de la Presidencia de la nación. Aunque el 6 de octubre el Comité Electoral Central de Kirguistán anuló los resultados de los comicios, las manifestaciones multitudinarias siguen sucediéndose a día de hoy.
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