TEGUCIGALPA, HONDURAS
En la carpa instalada en el perímetro de las instalaciones de Medicina Forense para guarecer a los familiares de las privadas de libertad asesinadas en una matanza ocurrida en la cárcel de Támara, permanece desolada y casi vacía a media mañana de este miércoles.
En las instalaciones se observa mayormente periodistas y camarógrafos y uno que otro pariente a la expectativa de reconocer los restos de alguna familiar fallecida en la tragedia.
La portavoz de Medicina Forense, Issa Alvarado quien no ha interrumpido su labor desde que ocurrió la tragedia, informó en el último reporte que hasta el momento han entregado 13 cuerpos.
Mientras que nueve están identificados, preparados y listos para ser retirados.
Alvarado consideró que la tardanza en la entrega podría relacionarse a que las familias habitan en el interior del país.
Una fuente que observaba el escenario dijo que muchas familias temían que la violencia ocurrida en la cárcel de Támara se replicará en los alrededores de Medicina Forense y por ello la ausencia de los familiares.
Aunque las hipótesis varían la angustia y la zozobra continúan sacudiendo a los dolientes e impactando en diversos sectores de la sociedad hondureña.
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