La niña Allison Nahomy Argueta Villalta de 9 años de edad, perdió la vida el pasado 8 de junio, a consecuencias de las mordidas de su perro de la raza Pitbull, de seis meses de edad, en el barrio Las Delicias de Lepaera, Lempira.
Según relato de su padre, Leopoldo Argueta, quien culpó a «Rocky» de haberla mordido hasta quitarle la vida, «me avisaron sobre lo que había pasado y al llegar a la vivienda y ver la cadena de la mascota enrollada en el cuello de la niña, enloquecí y maté al animal, pero revivió».
En las últimas horas, trascurrió que la pequeña no murió por mordidas de perro; sino por las lesiones causadas con un arma corto punzante. También, se encontró lesiones en las partes íntimas de la pequeña y golpes en su cabeza.
Además, los investigadores encontraron varias incongruencias en el relato de la familia, primero dijeron que unos primos la habían hallado. Luego que un tío hermano de la madre de la menor la halló muerta.
El animal se encuentra en un centro de rescate en esa comunidad, donde el cuidador aseguró que el perro no es agresivo; todo lo contrario «es cariñoso y estable» a pesar que sufrió ataques de sus dueños.
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