La Corte Suprema de Justicia de Honduras ha ratificado este lunes la extradición a EE.UU. por narcotráfico del expresidente Juan Orlando Hernández, autorizada el pasado 16 de marzo. En una sesión que ha durado cuatro horas, los 15 magistrados que integran el pleno han rechazado la apelación realizada entonces por la defensa de Hernández.
Los fiscales estadounidenses acusan al exmandatario de tres cargos. El primero es por «conspiración para importar una sustancia controlada» al país, mientras que el segundo de ellos se refiere al uso o a la tenencia de armas de fuego, así como a la instigación al empleo de «ametralladoras y dispositivos destructivos». Además, se le acusa también de conspirar para usar o portar armas de fuego en apoyo de la «importación de narcóticos».
En relación con esos cargos, el portavoz del poder Judicial, Melvin Duarte, ha explicado que se ha concedido la extracción por unanimidad de votos en el primero de ellos y, por mayoría de votos, con una resolución de 13 a dos, en los restantes.
Hernández fue detenido el 15 de febrero en su residencia y llevado a una unidad especial de la Policía Nacional, un día después de que EE.UU. lo requiriese para enjuiciarlo por narcotráfico y tres semanas más tarde del fin de su segundo mandato en el poder.
EE.UU. asegura que transportó más de 500.000 kilogramos de cocaína
Según indicó la Embajada estadounidense en Tegucigalpa el 14 de febrero, «en total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó aproximadamente más de 500.000 kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos».
El expresidente hondureño siempre rechazó las acusaciones procedentes de EE.UU. que lo implicaban en delitos de narcotráfico, algunas de ellas por hondureños que enfrentan juicio o están condenados en ese país por tráfico de drogas. En una carta pública, Hernández ha reiterado, pocas horas antes de que fuera ratificada su extradición, que es «inocente» y «víctima de una venganza y una conspiración» y que está «seguro que Dios» le «hará justicia».
En marzo de 2021, un hermano del expresidente, el exdiputado Juan Antonio «Tony» Hernández, fue condenado a cadena perpetua y otros 30 años de prisión por narcotráfico.
Un «golpe fuerte» para la familia
La familia del expresidente de Honduras ha dicho este lunes que el fallo del Supremo ha sido un «golpe fuerte» y que está lista para demostrar en Estados Unidos que las acusaciones contra él «son una trama de venganza» de narcotraficantes.
La decisión «deja a la justicia huérfana y a una familia destrozada», han señalado en un comunicado, en el que también han asegurado que seguirán «manteniendo la inocencia de Juan Orlando». Sin embargo, según ha añadido la nota, el fallo «no es una condena.
«Lo que los magistrados fallaron no es una sentencia condenatoria, es la aprobación de un procedimiento administrativo para que Juan Orlando pueda ser juzgado en un tribunal extranjero, pero no ha determinado que es culpable de los delitos que se le imputan», han aclarado los familiares.
En marzo de 2021, un hermano del expresidente, el exdiputado Juan Antonio «Tony» Hernández, fue condenado a cadena perpetua y otros 30 años de prisión por narcotráfico.
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