El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, envió este viernes una carta a las
Naciones Unidas y bancos internacionales, en la que les solicita una «respuesta
solidaria histórica» para que los países puedan hacer frente al golpe económico que
está provocando la pandemia del coronavirus COVID-19.
En la carta dirigida a la ONU, al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial, al Banco
Interamericano de Desarrollo, al Banco Centroamericano de Integración Económica y a la
Corporación Andina de Fomento, Alvarado pide que se flexibilice la evaluación de los países,
especialmente las naciones en vías de desarrollo y con poco espacio de maniobra fiscal.
El mandatario solicitó que se contemple un incremento del déficit de los países, siempre que ello se
derive de un esfuerzo para evitar el empobrecimiento de la población, el desempleo o la desaparición
de empresas.
«Los términos de la asistencia financiera otorgada en este contexto deberían ser excepcionales en
cuanto a interés, periodo de gracia y tiempo de pago, es decir, interés más bajo y plazos más
amplios», indica la misiva.
Alvarado también planteó que es necesario «avanzar en un arreglo de pago de las carteras existentes
y eventualmente disponer la suspensión de pagos».
«Esta sería, sin lugar a dudas, una respuesta multilateral y solidaria histórica, quizás la más
importante desde las postguerra», expresó el presidente costarricense en la carta.
Alvarado afirmó que el mundo atraviesa un reto sanitario y económico sin precedentes, pues los
Gobiernos atraviesan el dilema de mitigar la curva de crecimiento del COVID-19 para que no se
saturen los sistemas de salud, y sostener las economías.
«Así como los médicos no deberían decidir a quién dar un respirador y a quién no, los gobernantes,
que también hemos jurado proteger a nuestros pueblos, no deberíamos tener que escoger entre la
curva de mitigación ante el COVID-19 y salvar nuestras economías y viabilidad fiscal», manifestó
Alvarado.
Esta es la segunda carta que Costa Rica envía esta semana a organismos internacionales. La
primera fue a la Organización Mundial de la Salud para que promueva el libre uso de los países de
toda la información y avances científicos y tecnológicos sobre la prevención, detección, control y
tratamiento del virus.
COSTA RICA REPORTA MÁS DE 200 CASOS Y DOS MUERTES
Hasta el jueves Costa Rica contabilizaba 231 casos de COVID-19 y dos personas fallecidas, desde
que se detectara el primer contagiado el pasado 6 de marzo.
Costa Rica mantiene cerradas sus fronteras para el ingreso de extranjeros, suspendido el curso
lectivo y eventos masivos, y ordenó el cierre de sitios como bares, discotecas, parques, parques
nacionales, playas, entre otros, como medida de prevención.
El sector turismo y el de comercio, principalmente restaurantes y bares, son los que están sufriendo
el golpe más fuerte con las medidas tomadas local y mundialmente.
.El Instituto Costarricense de Turismo (ICT) declaró este miércoles que el sector turístico se
encuentra en una situación de «emergencia total y estado de calamidad».
En Costa Rica, país de 5 millones de habitantes, el turismo es uno de los principales motores de la
economía, ya que emplea a más de 210.000 personas de forma directa y unas 600.000
indirectamente.
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